INTERNACIONALES
Las últimas palabras de prisionero condenado a muerte: violó y asesinó a joven madre
El prisionero Moisés Sandoval Mendoza, condenado por el asesinato de la joven Rachelle O’Neil Tolleson, fue ejecutado en la penitenciaría estatal de Huntsville.
La ejecución se realizó este miércoles, por medio de la inyección letal. Sandoval Mendoza fue declarado muerto a las 6:40 de la tarde, informó El Mañana.
El crimen ocurrió hace más de dos décadas en la comunidad de Farmersville. Fue en marzo de 2004 cuando se supo sobre el estrangulamiento, violación y apuñalamiento de Tolleson, una joven madre de 20 años, quien vivía sola con su hija de seis meses.
Durante el juicio, el fiscal Greg Davis calificó a Sandoval Mendoza como “uno de los hombres más violentos y sádicos” que había enfrentado en su carrera.
Antes de su muerte, Sandoval Mendoza se dirigió a los familiares de la víctima presentes en la sala de testigos. «Siento haberles robado la vida de Rachelle», dijo con voz entrecortada.
“Sé que nada de lo que diga puede compensarlo. Les pido disculpas”. También expresó su pesar, en español, a su esposa, su hermana y amigos que lo acompañaban desde otra sala.
Horas antes de la ejecución, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó una última apelación de sus abogados para suspender la pena.
La Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas también había denegado la petición para conmutar su sentencia de muerte por una condena menor.
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El asesinato ocurrió la madrugada del 18 de marzo de 2004. Sandoval Mendoza entró por una puerta trasera sin seguro, y convenció a Tolleson de salir con él a comprar cigarrillos. Dejaron sola a la bebé.
Según los documentos judiciales, el sujeto la atacó sin motivo aparente, durante el trayecto, la violó y estranguló nuevamente antes de abandonar su cuerpo en un campo, donde luego intentó incinerarlo para borrar evidencias.
El cadáver fue hallado seis días después y, tras confesar el crimen a un amigo, Mendoza fue arrestado.
Más tarde, admitió su responsabilidad ante las autoridades, aunque nunca pudo explicar sus motivos.
Con esta ejecución, Sandoval Mendoza se convirtió en el tercer preso ejecutado en Texas en lo que va del año, y el número 13 en Estados Unidos.
Fuente: 2001
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