Madre del bebé agredido en la guardería: «tengo en la cabeza tatuado todo lo que hemos visto»

Nancy, la madre de una bebé de 18 meses, vive con angustia tras descubrir el horror que se ocultaba en la guardería de Torrejón de Ardoz, en la Ciudad de Madrid, ahora cerrada y conocida como la «guardería de los horrores».

Desde hace meses, Nancy venía alertando a la dirección del centro sobre posibles irregularidades. Su preocupación aumentaba cada día al notar cambios drásticos en el comportamiento de su hija. Sin embargo, en el último tiempo, la pequeña comenzó a rechazar los alimentos, mostrando desinterés y resistencia a la hora de comer.

«Siempre ha sido una niña que comía de todo, un verdadero ángel con la comida», explicó en entrevistas a medios locales.

¿Qué dijo Nancy sobre los qué sucedió en la guardería?

El desconcierto de Nancy se transformó en dolor cuando salieron a la luz unos videos que mostraban a una cuidadora maltratando a un menor. Al ver las imágenes, no pudo evitar imaginar que su hija podría haber sido víctima de esos mismos abusos.

“Desde entonces no puedo dormir. Esas imágenes se me han quedado grabadas en la mente para siempre”, confiesa, devastada.

Una trabajadora del centro ya le había mencionado que la niña no comía y que se portaba mal durante las comidas. Se quejaba de que le escupía y le manchaba la ropa, algo que Nancy no entendía. Hoy, tras ver los vídeos, comprende por qué su pequeña rechaza ahora la cuchara y hace gestos extraños con los ojos y la cabeza cada vez que intenta alimentarla.

“Le dije que para eso estaban los uniformes, que lo importante era el bienestar de mi hija”, contó Nancy

Nancy y su familia exigen justicia. Piden que las responsables paguen por el daño causado a su hija y al resto de los niños. Según se ha informado, cuatro mujeres han sido detenidas como parte de la investigación.Un equipo de televisión se desplazó hasta la localidad madrileña para recoger su testimonio. Nancy no pudo evitar emocionarse al recordar cómo desde el año pasado comenzó a notar señales de alerta.

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«Desde que empezó en esa guardería, me decían que no comía, y también en casa comenzó a alimentarse mal. Antes, eso nunca había pasado», agregó Nancy en la entrevista

Ahora, con su hija mostrando señales claras de secuelas emocionales, Nancy vive con el peso de la incertidumbre y el dolor, aferrada a la esperanza de que se haga justicia por el sufrimiento que su pequeña ha tenido que soportar.

Fuente: El Heraldo

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