INTERNACIONALES
Contratista revela oscuros secretos de mansión donde líderes religiosos explotaban a trabajadores

Tras un operativo de las autoridades del Buró Federal de Investigaciones (FBI) en una lujosa mansión ubicada en Tampa (Florida), el cual puso fin a una red de explotación dirigida por miembros de una iglesia, un trabajador reveló detalles sobre los oscuros secretos que se ocultaban dentro del edificio.
El hombre, un obrero de origen hispano quien pidió el resguardo de su identidad, desveló que dentro de la mansión se podía evidenciar cómo los integrantes de la “Iglesia Global del Reino de Dios” amasaron una gran fortuna con su esquema ilícito de explotación.
entro de la propiedad, que abarca unos 2.600 metros cuadrados, “se notaba la desmedida fortuna que poseían”, dijo el trabajador a WFLA, filial de la cadena NBC.
Contratista revela oscuros secretos de la “Iglesia Global del Reino de Dios”
Por este caso, las autoridades estadounidenses capturaron a David Taylor y Michelle Brannon, líderes de la iglesia. Los acusados resultaron detenidos en Durham, Carolina del Norte, y Tampa, Florida, respectivamente.
Ambos están acusados por cargos federales, como parte de la organización que obligó a sus miembros a trabajar, los aisló y amenazó con retenerles alimentos, entre otros abusos.
En tal sentido, el contratista aseguró que, cuando la iglesia los contactó para trabajar, se les dijo que “la mansión era un lugar donde su gente llegaba y se preparaba para realizar misiones”, por lo que no sospecharon de los perversos actos que se desarrollaban dentro de aquella casa.
Sin embargo, una vez que comenzaron con sus actividades, sus sospechas se hicieron frecuentes. “Desde el principio nos dijeron que eran pastores, pero, ¿cómo una organización, incluso siendo cristiana, tiene la capacidad de gastar tanto dinero en una propiedad como esa?”, se preguntó el obrero.
Líderes de la iglesia amasaron una inmensa fortuna
De acuerdo con los documentos judiciales, la iglesia acumuló una fortuna superior a los 50 millones de dólares, a través de las donaciones que recibían de sus miembros.
Tras su captura, Taylor se describió a sí mismo como un “apóstol y el mejor amigo de Jesús”; también afirmó que tuvo múltiples encuentros personales con Dios, según la acusación.
Mientras que Brannon fue descrito como el director ejecutivo de la organización.
El contratista lamentó la situación y manifestó su rechazo el daño que pueden causar este tipo de organizaciones pueden causar a la religión. “Es difícil predicar sobre Dios en estos tiempos, y este tipo de acciones hacen que crezca el rechazo de la religión en la sociedad”, dijo.
El Departamento de Justicia alegó que la pareja obligaba a miembros de la iglesia a trabajar en centros de llamadas ubicados en Michigan, Florida, Texas y Misuri.
Además, los hacían servir como “portadores de armas” de Taylor. Se pudo conocer que los obligaban a vivir en los centros de llamadas o en una “casa del ministerio” y no se les permitía salir sin permiso.
“Los escuderos eran los sirvientes personales de Taylor, quienes atendían sus demandas las 24 horas del día”, escribió el Departamento de Justicia.
“Taylor exigía que sus escuderos transportaran a las mujeres desde las casas ministeriales, aeropuertos y otros lugares hasta su ubicación y se aseguraba de que tomaran anticonceptivos de emergencia”, añadió la entidad.
Miembros eran sometidos a trabajos forzados en condiciones inhumanas
Los trabajadores del call center eran sometidos a largas jornadas sin paga y se les imponían objetivos “inalcanzables” para obtener donaciones para la iglesia.
“Si las víctimas desobedecían una orden o no alcanzaban sus metas económicas, Taylor y Brannon las castigaban con humillación pública, trabajo adicional, restricciones de comida y alojamiento, abuso psicológico, arrepentimiento forzado, privación del sueño, agresiones físicas y amenazas de juicio divino en forma de enfermedad, accidente y condenación eterna”, dijeron las autoridades.
La crueldad que ejercían los líderes de la iglesia sobre sus miembros causó la indignación de los contratistas, manifestó el testigo a WFLA.
“Cuánta gente ha sido abusada y qué pasará con el dinero, ¿será devuelto a las víctimas?” se cuestionó el obrero. “Es triste cuando engañan una persona. Mucha gente entrega lo poco que tiene, es triste que esto suceda”, lamentó.
Así financiaban su lujoso estilo de vida
Taylor y Brannon están acusados por usar millones de dólares en donaciones cada año para financiar su lujoso estilo de vida, que incluía la compra de propiedades de lujo, autos caros y artículos como botes, vehículos todoterreno y motos acuáticas.
“Durante doce años, Brannon siguió fielmente las instrucciones y enseñanzas de Taylor”, detalló la acusación. “Sus enseñanzas incluyen fomentar la violencia autoinfligida y la violencia contra otros, incluidas las fuerzas del orden, cuando su organización se enfrenta a ellas”.
Durante el momento de su captura, Taylor tomó una actitud hostil y gritó improperios contra los funcionarios del FBI. “Dios te va a atrapar. Voy a asegurarme de acelerar el proceso”, dijo Taylor a un oficial.
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“Te veré en el infierno y tendrás puesta tu chaqueta del FBI. ¿Quién te salvará entonces?”, continuó el acusado.
Taylor y Brannon enfrentan cargos de conspiración para cometer trabajos forzados, trabajo forzado y lavado de dinero.
Fuente: 2001
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