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Quería obtener un bronceado más intenso en su piel y cometió un “peligroso” error

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“Nunca pensé que esto sucedía, hasta que me terminó pasando a mí”, reflexionó Natalia Armstrong mientras se filmaba a sí misma. Esta ciudadana británica reveló que sufrió un grave problema de salud luego de haber cometido un error en una cama solar. La anécdota en cuestión, divulgada mediante las redes por la propia protagonista con la idea de generar conciencia al respecto, llegó a millones de personas.

Armstrong es una joven de 23 años que reside en Yorkshire del Sur, un condado de Inglaterra, según diarios locales. La mujer afirmó, través de una serie de videos publicados en su cuenta personal de TikTok, que el 18 de enero acudió a un solárium de su país con la intención de someterse a una sesión de bronceado en una cama solar. Esta era una actividad habitual para ella.

Aquel día, la joven recordó una sugerencia que había recibido tiempo atrás de parte de una “conocida”. Esta persona, de acuerdo a su relato, le aseguró a Armstrong que si se cambiaba de posición en la cama solar, lograría un “mejor bronceado”. Entonces, dispuesta a lograrlo -sin saber el riesgo que conllevaba-, la británica decidió llevar el consejo a la práctica.

Qué pasó con la joven

Cuando ingresó al interior de la máquina, se acostó y puso su cara en la zona en donde presuntamente debían estar sus pies y viceversa. “Las lámparas (tubos) de esta cama solar son mucho más fuertes en la zona de los pies que la de la cara”, aseveró Armstrong.

La joven se colocó adentro de la máquina de esta peligrosa manera y encima permaneció por mucho tiempo -20 minutos-, algo que no debía hacer. Ella no tenía idea de que su cuerpo había quedado expuesto a una mayor radiación ultravioleta.

Cuando concluyó la larga sesión de bronceado, Armstrong salió de la cama solar y no sintió nada fuera de lo común en su cuerpo. «Estaba bien», recordó. Sin embargo, con el correr del tiempo, su cara se fue enrojeciendo. Dos días después de su visita al solárium, empezaron los problemas serios.

El 20 de enero, la británica dormía una siesta cuando su hermana decidió despertarla: había observado que el rostro de ella se encontraba hinchado. «De repente, esa noche, mi cara comenzó a tensarse. No puedo ni explicarlo. Cuando sonreís y tu cara está tensa y sentís que se está agrietando. Se tensó, luego mi rostro se ampolló y a continuación una capa muy gruesa de piel comenzó a desprenderse», declaró la joven en una entrevista con la agencia de noticias Kennedy News and Media.

Armstrong sufrió un importante daño en la piel producto de la fuerte quemadura. Aparte, debido a esta cuestión, sus manos se hincharon y a su vez se le infectó un dedo por una herida: esta lesión había sido causada por un anillo que se le incrustó en la piel tras la hinchazón.

A raíz de la delicada situación, y por consejo de una amiga -una trabajadora del ámbito de la salud-, la joven acudió de urgencia a un hospital local. En el centro médico, los especialistas le curaron a la paciente su herida infectada y le advirtieron que podría haber perdido su dedo si no lo trataban a tiempo. A Armstrong le dieron antibióticos y una crema para su cara.

«La verdad es que no podía dormir. Me picaba todo, me dolía el dedo. No pude dormir durante días y ni siquiera estoy exagerando. Me salieron herpes labiales, me quemé todos los labios», expresó la británica, citada por Kennedy News and Media.

Afortunadamente, los médicos anunciaron que ella se va a recuperar del daño en su piel. En los últimos días de enero, Armstrong publicó nuevos videos y mostró la mejoría en su cara. «Estoy dañada, aunque me voy a curar», manifestó en su cuenta de TikTok, en donde millones de internautas se hicieron eco de su relato.

«Nunca volveré a hacerlo»

Por otro lado, la joven dejó en claro que quiso contar la historia de manera pública para tratar de llegar a muchas personas y así concientizar a los usuarios. Ella pretende evitar que los demás repitan su error.

Armstrong se arrepiente de haber seguido el irracional consejo de una conocida suya y además permanecido tanto tiempo, un exceso peligroso, en la cama solar. «Nunca volveré a hacer eso en una cama solar. Me alegro de que me haya pasado a mí y no a otra persona, la verdad. Esa es la clase de persona que soy. No se lo desearía ni a mi peor enemigo, es muy peligroso», reflexionó en conversación con la agencia. Además, informó al mismo medio que en un futuro dejará de usar las camas solares: «Pronto no meteré más a camas solares».

Fuente: Clarín

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