Venezolano fue confundido con delincuente y pasó siete meses en la prisión más grande de Perú
Un ciudadano venezolano fue confundido con un delincuente en Perú y estuvo 7 meses recluido en la cárcel de Lurigancho, la más grande del sistema penitenciario en este país.
Guillermo Martín caminaba por la calle en Chaclacayo (este de Lima) y fue interceptado por un vehículo lleno de Policías vestido de civiles, una práctica muy común de parte del cuerpo de investigaciones criminales. Le preguntaron dónde había estado la noche anterior. Luego de responder que estuvo en su residencia con su familia, un Policía gritó: “¡Es venezolano, es chamo, es chamo. Chamo eres tú! ¿Qué hiciste tú chamo?’”.
La organización Veneactiva recogió su testimonio y cuenta cómo acompañó a Guillermo en esta complicada situación.
“Un oficial dijo »mira, es la barba, se parece’ y después otro me dice que: ‘lo que pasa es que hubo un robo y queremos saber si eres tú, porque te pareces mucho’”, relató.
Detenido por ser venezolano y sin una investigación previa
Martín fue sujeto a un procedimiento alejado al debido proceso y hasta pasó a ser llamado a dar testimonio en calidad de acusado. Por más que intentaba demostrar su inocencia, no pudo evitar que fuese detenido por 15 días.
Lo peor fue después, una orden lo envió al penal de Lurigancho, el más grande de todo el Perú. Allí estuvo por 7 meses.
Guillermo sufre de diabetes desde 2009 y su encierro le empeoró la enfermedad de tal forma que afectó sus sistema nervioso.
«Yo soy diabético desde el 2009 y yo nunca me he sentido mal pero ahora quedé con un problema de neuropatía diabética. La enfermedad me produce dolores en los pies casi todos los días, un ardor, unos calambres», comentó.
Salió del penal en Perú pero Migraciones no el quería dar documentos.
Se pudo aclarar la situación, pero había otro problema más que era el registro policial. Migraciones no puede otorga documentos a los ciudadanos extranjeros con antecedentes.
Su esposa no dejó de luchar desde todo el proceso. Tocó las puertas de la organización Veneactiva y vio una esperanza.
La ONG fundó la Clínica Jurídica Juan Germán Roscio, la cual reúne a abogados peruanos y venezolanos que han trabajado para la comunidad de esta nacionalidad en Perú.
Allí le ayudaron a agilizar los trámites y recibió su residencia a través del carnet de extranjería «para dejar atrás los mementos difíciles», se extrae de una nota de prensa.
También recibe insulina y ayuda psicológica
Al mismo tiempo, Guillermo recibió el apoyo para se parte del programa Viviendo con Diabetes. Esta iniciativa le da suministro de insulina.
Además, también recibió ayuda a través de Escucha Activa , con la cual asista a atención posológica para poder superar tan complicada situación.
Fuente: Rostros venezolanos