Una mujer de Arizona intentó asesinar a su esposo porque le pidió el divorcio
Para muchas personas lo dicho por el juez el día de su boda, “hasta que la muerte los separe” es un compromiso que tratan de cumplir, pero algunas llegan a los extremos al intentar salvar sus matrimonios, cayendo en delitos, como ocurrió en Arizona, cuando una mujer le disparó a su esposo que le solicitó el divorcio.
Christina Pasqualetto, de 62 años, llevaba varios meses separada de su esposo Jon Pasqualetto, de 80 años, ella estaba en Gilbert y él en Prescott, pero una noche la mujer hizo un viaje de dos horas y entró al hogar de su cónyuge, quien le había solicitado el divorcio, para pedirle que reconsiderara la decisión.
De acuerdo con True Crime Daily, el hombre había cambiado las cerraduras de su casa, pero sospechaba que su aún esposa había robado las llaves, algo que comprobó el día del ataque cuando ella irrumpió en su hogar, mientras él estaba acostado en su cama.
Charlaron por un momento, pero él dijo que no reconsideraría su decisión y que quería divorciarse, momento en que, según la Policía de Prescott, la mujer sacó una pistola y disparó en contra de su esposo, quien recibió un balazo en la muñeca, pese a estar herido pudo derribar y golpear a la mujer para después escapar y llegar a casa de un vecino desde donde llamó al 911.
Según indica People, cuando la policía llegó al lugar determinó que Jon había sufrido una herida de bala en la muñeca, por lo que le brindaron atención en el sitio para luego trasladarlo a un hospital local y después, en avión, a un hospital en el área de Phoenix con “heridas que no ponen en peligro su vida”.
Cabe señalar que Jon Pasqualetto también acusó a su esposa Christina de robarle sus cheques y falsificar uno por valor de 10,000 dólares. Según los informes, la policía encontró un comprobante de depósito en su bolso por la misma cantidad.
La policía de Prescott arrestó a Christina Pasqualetto, después la ingresó en la cárcel del condado de Yavapai por intento de asesinato en primer grado, agresión agravada, falsificación y robo.
Fuente: La Opinión