Un bebé murió y otros tres terminaron en el hospital tras consumir fentanilo en guardería de Nueva York
La Policía de Nueva York ha detenido a Grei Méndez De Ventura, propietaria de una guardería en el Bronx y a su vecino Carlisto Acevedo Brito, por la muerte de un niño y la hospitalización de otros tres después de que los pequeños consumieran fentanilo de manera accidental.
No está claro como los niños pudieron acceder a esta peligrosa droga que es una epidemia en EEUU, pero según la Policía, la habrían consumido antes de echarse la siesta diaria.
Cuando las cuidadoras se dispusieron a despertar a los pequeños, algunos no reaccionaban. Llamaron entonces a los servicios médicos, que se encargaron de suministrarles Narcan, el antídoto para contrarrestar el efecto del fentanilo, y luego les trasladaron al hospital
Grei Méndez, propietaria de la guardería ‘Divino niño’, y su vecino se enfrentan ahora a 11 cargos, que van desde asesinato y homicidio involuntario hasta causar lesiones graves y posesión de narcóticos.
Y es que la Policía encontró en la guardería múltiples drogas y una prensa para fabricar píldoras. Además, sospechan que Acevedo Brito, el vecino de la dueña del jardín infantil y que vivía en un sótano bajo la guardería, se dedicaba a la fabricación y venta de estupefacientes.
La proporción de muertes por sobredosis de fentanilo combinado con estimulantes en Estados Unidos aumentó más de 50 veces entre 2010 y 2021 al pasar de 0,6 % a 32,3 % de los fallecimientos, indica una investigación publicada en la revista Addiction.
Las fallecimientos por esta mezcla durante la llamada «cuarta ola» de la crisis por sobredosis de opioides saltaron en ese periodo de 235 a 34.429, señaló el estudio encabezado por la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA).
«Vemos que el uso de fentanilo con estimulantes está convirtiéndose rápidamente en la fuerza dominante de la crisis de sobredosis en Estados Unidos», dijo Joseph Friedman, autor principal del estudio e investigador en la Escuela David Geffen de Medicina en UCLA, en un comunicado de la universidad.
Fuente: El Mundo