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Reclusa ve morir a su bebé recién nacido tras 12 horas de parto no asistido dentro de su celda

Un juez del condado británico de Surrey concluyó que la negligencia de los funcionarios penitenciarios de la cárcel HMP Bronzefield, en Inglaterra, contribuyeron a la muerte de un bebé que nació en una celda tras 12 horas de trabajo de parto no asistido, recoge The Guardian.

De acuerdo a los reportes, Rianna Cleary, que tenía 18 años al momento del parto, dio a luz a su hija Aisha por sí sola en su celda, el 26 de septiembre de 2019, mientras esperaba sentencia tras declararse culpable de un cargo de robo.

A pesar de solicitar atención médica a través del intercomunicador de su celda al iniciar el trabajo de parto, sus peticiones fueron ignoradas y únicamente un guardia penitenciario acudió para asegurarse de que todo estuviera bien. Al pedir ayuda por segunda ocasión, la llamada fue desconectada en la sala de comunicaciones de la prisión.

Una experiencia «aterradora y denigrante»

Según declaró Cleary ante el tribunal, haber dado a luz sola dentro de su celda fue «la peor, más aterradora y degradante experiencia» de su vida. «No sabía cuándo iba a dar a luz. Tenía dolores muy fuertes. Fui al timbre y pedí una enfermera o una ambulancia, dos veces».

De acuerdo a lo que dijo, se desmayó y cuando volvió en sí ya había dado a luz. «El cordón todavía estaba unido. La placenta estaba en el suelo. Mordí el cordón, lo até y tiré la placenta a la papelera», detalló sobre su experiencia.

Durante su comparecencia, Cleary recordó haber preguntado a las autoridades si ese trato lo había recibido por ser una mujer joven y negra. «En aquel momento me pregunté si me trataban de forma diferente [a otras mujeres encarceladas] por mi raza, por ser joven, o por mi pasado», declaró.

Fallos sistemáticos graves del personal penitenciario
«Nada puede cambiar la pesadilla por la que pasé, ni devolverme a Aisha. Me entristece saber que Aisha podría haber sobrevivido si me hubieran ayudado. Únicamente un funcionario, que ni siquiera hizo nada malo, me pidió perdón directamente», se lamentó la mujer.

Tras escuchar el testimonio de Cleary, el juez de instrucción superior Richard Travers concluyó que Aisha «llegó al mundo en las circunstancias más angustiosas»; sin embargo, señaló que «no está claro» si la bebé nació viva y murió al poco tiempo de nacer o si nació muerta».

Del mismo modo, consideró que, de haber nacido con vida, la muerte de la bebé fue causada por «fallos sistemáticos graves» de las autoridades penitenciarias, así como por una actuación «muy inadecuada y poco profesional» de las parteras de la prisión.

Fuente: RT