Paseadora de mascotas fue mutilada hasta la muerte por ocho perros
Una mujer que murió en un ataque de perro ha sido nombrada como Natasha Johnston. Se cree que la joven de 28 años estaba paseando a varios perros cuando la atacaron en Gravelly Hill, Caterham.
El nombre de la Sra. Johnston ha sido publicado hoy por el Tribunal Forense de Surrey antes de una investigación mañana. Los paramédicos acudieron al horrible incidente en Surrey el 12 de enero, pero no pudieron salvar a la víctima.
Otra mujer ha sido dada de alta del hospital después de ser tratada por mordeduras.
La familia de la víctima habló de su dolor tras la “pérdida repentina”.
“Este es un momento extremadamente difícil para nosotros y además de lidiar con esta pérdida repentina en nuestra familia, el nivel significativo de interés de los medios y la naturaleza gráfica de algunos de los informes ha sido una fuente de angustia adicional. Seguimos apelando para que se respete nuestra privacidad durante nuestro tiempo de duelo”, dijo un comunicado.
Un testigo presencial, de 60 años, que vio el ataque mientras montaba a caballo, dijo que la víctima rubia la vio venir y le gritó una advertencia: ¡retrocede, retrocede!
Al menos cuatro perros de tamaño mediano la estaban atacando, afirmaron.
La investigación criminal ha concluido y la información recopilada se ha pasado al forense de Surrey para ayudar en el proceso forense. En una actualización anterior, los detectives dijeron que tanto un patólogo forense como un patólogo veterinario fueron reclutados para determinar qué sucedió.
La detective inspectora Josephine Horner, de la policía de Surrey, dijo: “Este es un trágico incidente en el que una joven perdió la vida. Sé que ha causado una gran preocupación a nivel local y agradezco a la comunidad por su paciencia con nosotros mientras realizábamos nuestras investigaciones. La investigación criminal ahora ha concluido y la información que hemos recopilado se pasará al forense de Surrey para ayudar en el proceso forense”.
Los perros continúan siendo atendidos en perreras privadas para garantizar su bienestar y se mantiene informados a sus dueños. “Apreciamos que este es un proceso difícil e incierto para ellos mientras continúa el trabajo forense”.
Fuente: Metro