Mujer que llevó a su tío muerto a pedir un préstamo rompe el silencio
Hace unas semanas se volvió viral la historia de una mujer brasileña, quien llevó a su tío fallecido a un banco local y trató de solicitar un préstamo a su nombre. La protagonista de esta polémica grabación es Erika de Souza Vieira Nunes, de 43 años de edad, quien se encuentra en espera de un juicio en su contra por el delito de homicidio involuntario. Recientemente, apareció ante cámaras de televisión, después de salir en libertad bajo fianza, y explicó la verdad detrás de la grabación.
Según el testimonio de la mujer, entrevistada por medios locales, ella ha pasado días difíciles alejada de su familia, luego de que llevó a su tío fallecido a un banco de Río de Janeiro y trató de solicitar un préstamo a su nombre. Erika también señaló que no es el “monstruo” que la gente piensa, ya que supuestamente no se percató de que su familiar había fallecido cuando lo llevó a la institución bancaria, añadió que no pretendía obtener dinero con la muerte del hombre.
No me di cuenta de que mi tío estaba muerto, dice
“No me di cuenta de que mi tío estaba muerto. Es absurdo lo que dice la gente. No soy esa persona de la que habla la gente, no soy ese monstruo”, dijo. Erika explicó que el día de los hechos ella había estado tomando medicamentos, los cuales posiblemente la hicieron caer en una confusión, aunque no reveló la razón por la que se había medicado. La mujer relató que, por el efecto de las pastillas, no notó que su tío había perdido la vida y decidió llevarlo al banco como parte de sus actividades de rutina.
“No sé si fue el efecto de las pastillas que había tomado ese día y que tomaba de vez en cuando”, dio a conocer la mujer, quien actualmente enfrenta cargos por homicidio involuntario. “Mientras estoy en tratamiento estaba tomando una pastilla para dormir llamada Zolpidem y tomé más de lo que debía”, sentenció Erika en entrevista con medios de comunicación brasileños, quienes recientemente le dieron la oportunidad de contar su versión de los hechos.
Fuente: El Heraldo