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Monja francesa se convierte en la persona más anciana del mundo: «Ya no soporto los invitados»

Lucile Randon es una monja francesa que recientemente celebró su cumpleaños 118 y que se convirtió en la persona más anciana del mundo tras la muerte, el lunes, de la japonesa Kane Tanaka, quien era un año mayor.

¿Aunque ningún organismo oficial le otorga el título de decana de la humanidad, Randon se convirtió en la persona más anciana del planeta, y por mucho, ya que quien le sigue es una polaca de 115 años.

La religiosa tiene, además, «un registro civil verificado».

«Está feliz», le contó a AFP su responsable de prensa, David Tavella, «pero es solo una etapa, ya que su objetivo es derrotar a Jeanne Calment», agregó en referencia a esta francesa que murió en 1997 a los 122 años de edad.

Tras la celebración de su último cumpleaños, el pasado 11 de febrero, la religiosa sostuvo que «ya no soporto los invitados. Soy menos amable».

«Siempre me han admirado por mi sabiduría y mi inteligencia, y ahora se burlan de mi, porque soy recalcitrante», agregó la mujer, actualmente ciega y en silla de ruedas.

Lucile Randon nació en 1904 en la localidad francesa de Alès, al sur de Francia, una década antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, y ahora vive en una residencia de ancianos de Toulon, en la turística Costa Azul francesa.

Nacida en el seno de una familia protestante, no practicante, la religiosa tomó los hábitos tardíamente, en la congregación de las Hijas de la Caridad, y trabajó hasta finales de los años ’70.

 

 

Fuente: Meganoticias