La práctica común que hizo que un hombre perdiera un ojo
Los ojos son un órgano que requiere de mucho cuidado y precaución, sobre todo, al estar expuestos a la contaminación, por estar en el rostro.
Muchas veces las personas, ya sea por estética o por padecer miopía o astigmatismo, recurren a los lentes de contacto, pero con este elemento se debe ser todavía más cuidadoso, porque al ser un objeto externo puede recoger más bacterias, que, al entrar en contacto con los ojos, pueden causar mucho daño.
Sobre esto, un joven en TikTok, contó cómo había perdido su ojo, luego de utilizar los lentes de contacto, por más de siete años: “Un día amanecí con muchísimo dolor en el ojo derecho y al principio pensé que era conjuntivitis, entonces al día siguiente fui a que me revisaran y oh sorpresa que no era conjuntivitis, era una úlcera corneal por un mal uso de lentes de contacto. Empecé con tratamiento con gotas cada dos horas, entre lágrimas artificiales y otras dos medicinas más”.
“El primer día que fui el doctor me dijo que era un caso muy delicado y que tocaba salvar el ojo. Al principio había un muy mal pronóstico, pasé la primera y segunda semana y mi ojo se veía casi que desprendido el párpado inferior y muy irritado”, agregó.
@javissnes Storytime de como perdi mi ojo por un mal uso de lentes de contacto #ulceracorneal #conjuntivitis #fyp
“Pero dentro de mi ojo no se veía absolutamente nada, solamente rojo alrededor. A las 2 semanas en el centro se alcanza a ver una manchita blanca, ahí ya se estaba empezando a notar la úlcera corneal. Desde el principio, aunque no se veía nada, mi ojo lo tenía cerrado porque no podía ver bien. Ya llevaba aproximadamente dos semanas sin poder ver por este ojo, acostumbrándome a utilizar únicamente el otro”, añadió.
Al cabo de un tiempo la mancha en el ojo se hizo cada vez más llamativa y grande. Luego de eso le aparecieron dos manchas en el ojo y los médicos determinaron que tendría que aplicarse las gotas cada media hora. El joven argumenta que el dolor era demasiado fuerte y que sentía punzadas que le causaban gran dolor.
Entonces los médicos le dijeron que tenía que volverse dependiente y que no podía hacer nada por sí mismo, no podía agacharse, ni nada por el estilo, así que sus suegros prácticamente lo adoptaron.
Luego de varios chequeos médicos y ver que su ojo “mejoraba dos días, pero empeoraba al tercer”, según afirmó, fue intervenido quirúrgicamente, sin embargo, esto no dio resultado, por lo que una semana después, el joven se encontraba lagrimeando sangre, lo cual claramente no era normal por lo que acudió inmediatamente al médico y allí se tomó la decisión de extirparle el ojo.
Esto, según dice, debido a la falta de cuidado que tuvo con los lentes, ya que no en vano los profesionales de la salud recomiendan retirar los lentes de contacto al momento de dormir, de bañarse o incluso meterse a la piscina.
En la Academia Americana de Oftalmología recomiendan que se “debe limpiar y desinfectar cualquier lente de contacto que retire de su ojo antes de volver a colocárselo”.
Y registran, la recomendación del joven en la que hizo hincapié: “No se duche, no nade, no use una bañera de hidromasaje, ni haga nada donde el agua entre en contacto con los ojos, cuando esté usando los lentes de contacto. El agua y los lentes de contacto no se deben mezclar. No duerma con los lentes de contacto de uso diario”.
Fuente: La Semana