La Policía de Brasil investiga a decenas de pastores evangélicos por estafas millonarias
Más de 50.000 personas en varias ciudades de Brasil denunciaron que fueron estafados por un grupo de pastores evangélicos que se aprovecharon de «sus creencias religiosas»
La investigación de esta causa está siendo llevada por la Policía Brasileña, que ya ha detenido a algunos de los pastores involucrados en esta trama corrupta.
Los agentes cumplen dos órdenes de prisión preventiva y 16 más de búsqueda y registro contra los responsables, acusados de estafa, lavado de dinero y falsificación documental, entre otros delitos, explicó en un comunicado la Policía Civil de Brasilia.
La operación denominada Falso Profeta también incluye el bloqueo de bienes por un valor no revelado y la prohibición a los acusados de acceder a las redes sociales.
La organización criminal, compuesta por unas 200 personas, movió 156 millones de reales (unos 30 millones de dólares o 28 millones de euros) en los últimos cinco años a través de unas 40 empresas pantalla y más de 800 cuentas sospechosas.
La trama utilizaba las plataformas digitales para convencer a las víctimas para invertir sus ahorros en operaciones financieras y proyectos humanitarios falsos con la promesa de retornos inmediatos astronómicos.
Una de las promesas era que, a cambio de una inversión inicial de tan solo 25 reales, los participantes podían recibir hasta un «octillón» de reales de beneficios.
Muchas de las víctimas eran personas que atendían los cultos de los pastores evangélicos investigados, quienes les aseguraban que habían sido elegidas por Dios para recibir «bendiciones» en forma de sumas millonarias.
Los responsables del esquema también invocaban una teoría conspiratoria conocida como Nesara Gesara, que hace referencia a un conjunto de políticas económicas disruptivas que habrían sido aprobadas de forma secreta en el Congreso de EE.UU. en los años 90 pero nunca implementadas.
En diciembre pasado, la Policía detuvo a un influenciador de este grupo, después de haber utilizado un documento falso en una sucursal bancaria con el que afirmaba estar en posesión de un crédito de 17.000 millones de reales (3.500 millones de dólares o 3.200 millones de euros).
Fuente: El Universal