Joven fue brutalmente atacada por un pitbull dentro del ascensor de un conjunto residencial en Cúcuta
Los gritos de una mujer, que salían del ascensor de la torre 9 de un conjunto residencial del barrio Prados del Este, que colinda con el Anillo Vial Oriental, provocaron momentos de pánico, pues nadie entendía qué estaba pasando, solo hasta que se abrieron las puertas fue que algunas personas se dieron cuenta de que un perro de raza pitbull estaba atacando a la joven
En un vídeo de seguridad quedaron grabados esos momentos de angustia de la mujer de 25 años, cuando se arrastra por el piso del ascensor mientras el perro, de cuatro años, la muerde. Lo único que alcanzó a hacer la víctima fue poner sus brazos para impedir que el animal la siguiera lastimando.
El hecho se presentó el jueves a las 10:00 de la noche, cuando la mujer llegó hasta el apartamento en el que reside, junto con otras tres personas, desde hacía cuatro meses.
Como el hecho inició al interior del apartamento, el animal no tenía bozal, por lo que pudo atacarla en repetidas oportunidades, luego, cuando ella salió al pasillo del piso quinto donde reside, la mujer se las ingenió para presionar el botón del primer piso.
“Cuando el animal se le lanzó sobre ella, lo único que pensó fue que si se quedaba en el piso 5, nadie la iba a rescatar”, añadió la fuente.
El mayor Arley Dávila, miembro de la seccional de Protección y Servicios Especiales de la Policía Metropolitana de Cúcuta, indicó que cuando la mujer y el perro llegaron al primer piso, la mascota dejó de atacarla.
A la víctima la auxilió una familiar, trasladándola al Hospital Universitario Erasmo Meoz rápidamente, pues las heridas en diferentes partes de su cuerpo, especialmente en los dedos de sus manos, eran graves.
“Ella tiene fracturas en dos dedos de la mano derecha, una falange de la izquierda. Aún está hospitalizada y pendiente de ser trasladada a una clínica para un procedimiento médico”, señaló el oficial de la Policía.
Algunas personas del conjunto residencial indicaron que la mascota nunca había sido agresiva con los residentes del apartamento ni con su dueña. Cuando lo sacaban a pasear por las zonas comunes del conjunto residencial lo llevaban con bozal.
