¿Hacer ejercicio con el estómago vacío ayuda a bajar de peso? Esto es lo que dice la ciencia
Desde hace algunos años se ha popularizado el ayuno intermitente, que implica abstenerse de comer durante un periodo de tiempo. Esta práctica va en contra de los antiguos consejos de desayunar bien antes de hacer ejercicio, lo que ha generado todo un debate sobre qué es mejor.
Lo cierto es que un grupo de expertos de la Universidad de Nottingham Trent, en Inglaterra, quiso salir de la duda y mediante un estudio reveló que entrenar por la tarde, después de un ayuno de algunas horas, tiene sus beneficios.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores le pidieron a los participantes que pedalearan en bicicleta estática a las 18:00 horas, a una intensidad moderada, durante 30 minutos. Eligieron este horario luego de descubrir que entre las 4 p.m. y las 8 p.m. es el momento del día más popular para practicar ejercicio físico.
Los participantes hicieron esto dos veces y en días separados. La primera vez, después de un ayuno de siete horas, y la segunda, luego de comer dos horas antes. La cantidad de alimentos después de entrenar fue medida, para así determinar si hacer ejercicio con el estómago vacío les hacía comer más por la noche.
Los resultados mostraron que el ejercicio en ayunas por la noche aumentó en un 70% la cantidad de grasa quemada durante el entrenamiento.
En cuanto a la ingesta de calorías en la cena, esta fue unas 100 kcal mayor para los que hacían ejercicio en ayunas. Sin embargo, cuando el ejercicio se realizó en ayunas, el recuento total de calorías durante el día fue de 440 kcal menos.
Según explica Tommy Slater, investigador de la mencionada casa de estudios, «ayunar antes de hacer ejercicio por la noche podría beneficiar algunos elementos de la salud debido al aumento de la cantidad de grasa quemada durante el ejercicio, o al reducir la cantidad de calorías que se consumen durante el día».
De todos modos, hay que tener claro que cada caso es diferente y que hay personas que no toleran entrenar sin haber comido, aunque sea algo ligero.
Un artículo del Western New York Urology Associates señala que «hacer ejercicio con el estómago vacío puede disminuir el azúcar sanguíneo». Esto provocaría que las personas tuvieran más hambre y, por lo tanto, comieran más después del entrenamiento.
Fuente: Meganoticias