Habitantes de Tiguadare denunciaron ante la Defensoría Pública extorsiones de funcionarios
Cansados de tantos atropellos, los habitantes de Tiguadare, municipio Carirubana, se reunieron con la Defensoría Pública para pedir protección ante las constantes presuntas extorsiones por parte de funcionarios de los cuerpos de seguridad.
La reunión se llevó a cabo este fin de semana en el urbanismo de Tiguadare, donde acudió toda la comunidad que se dedica a la cría de animales, sembradío de frutas y hortalizas y al reciclaje de la basura.
Lisandro Parra, habitante de la comunidad, aseguró que han sido víctimas de los funcionarios que llegan a quitarles dinero, cochinos, chivos y hasta su producción o de lo contrario los quieren acusar en algún delito.
«Estamos cansados de que Tiguadare y su gente sea el banco de los funcionarios; ya no aguantamos que nos vengan a quitar lo que con tanto sacrificio hemos trabajado. Nosotros somos recicladores, criadores de animales, sembramos y también vivimos de recoger la basura que reciclamos para vender. Qué delito tiene recoger latas de sardina o bolsas para reciclar y luego vender. A costa de que vivimos en el botadero de basura nos quieren tildar de delincuentes», dijo Parra.
Por su parte Lucila Villazmil, explicó que ante el miedo que han infundado, decidieron llamar a la Defensoría Pública para pedir una protección jurídica para las 180 familias que habitan en el lugar.
A la reunión acudió una representación de la Defensoría Pública quién se comprometió en adelantar una protección jurídica para esta comunidad a través de la Fiscalía de Derechos Fundamentales y así evitar que sigan siendo víctimas de estos hechos.
Por su parte José Gregorio Navas, también habitante de la zona, dijo que los han denominado «los 20-20», porque si no tienen 20 dólares se los llevan detenidos y les imputan cualquier delito. En diciembre se registraron dos casos en el que un habitante de la zona, presuntamente debió entregar tres cochinos porque lo querían acusar injustamente de distribuidor de drogas con una panela de marihuana.
Fuente: Irene Revilla / Notifalcón