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Fue al médico porque la voz se le puso ronca y lo que descubrió lo dejó atónito

De repente, se levantó una mañana y la voz se le volvió ronca. También tenía un poco de dolor pero no lo suficientemente agudo como para que se asustara. Así que no le dio mayor importancia y siguió su día como de costumbre

Pero la cosa, no por ignorada, iba a mejorar. La ronquera y el dolor le continuaron ahora con mayor intensidad. Sin embargo, sólo se asustó de verdad cuando empezó a escupir sangre.

No obstante, el hombre, que es de Hanoi, Vietnam, no acudió enseguida al médico. En cambio de eso, intentó identificar la causa por sí mismo, abriendo la boca y mirándose en el espejo.

Pero no pudo ver mucho más que lo que parecía una masa marrón en la parte superior de su garganta. Lo que, por supuesto, no pudo identificar.

El hombre entró en pánico y ahora sí fue directamente a que lo atiendan en la guardia del Hospital Nacional de Endocrinología de Hanoi.

Ya en el hospital, los médicos, luego de escuchar los síntomas que les describió el hombre, lo mandaron a que le realizaran una endoscopía para determinar qué podía suceder.

Lo que la endoscopía encontró dejó al hombre atónito. Es que el estudio develó que dentro de su garganta había una sanguijuela de 6 cm de largo que le chupaba sangre. Estaba adherida firmemente debajo de la glotis, cerca de la tráquea.

Tales descubrimientos no son inauditos (hubo otro caso similar, también en Vietman, que apareció en los titulares de las noticias en 2019 por la misma razón), pero se consideran extremadamente raros.

Las sanguijuelas suelen conseguir entrar en el cuerpo humano por falta de una higiene adecuada. En este caso particular, el hombre de 53 años les dijo a los médicos que hacía alrededor de un mes había sufrido una lesión en la mano mientras manipulaba una trampa para ratones.

Ferviente creyente en la medicina herbaria Shennong, salió y recogió plantas medicinales, se las llevó a la boca y las masticó hasta formar una pasta que aplicó a su herida.

Su mano estaba bien, pero los médicos creen que al ponerse las hojas sin lavar en la boca, permitió que una pequeña sanguijuela accediera a su cuerpo. Suelen ser pequeños, pero al alimentarse constantemente de sangre, crecen muy rápido.

Al hombre se le extrajo al pequeño animal sin mayores complicaciones y ahora se recupera satisfactoriamente. Los médicos le advirtieron que pudo ser mucho más grave. Tuvo suerte. Y le advirtieron que no se meta hojas sin lavar en la boca. Esperemos que haya aprendido la lección.

Fuente: Clarín