SUCESOS

Estos son los castigos legales en Venezuela para los acosadores sexuales por chat

La violencia sexual es un tema delicado que afecta a millones de personas. Muchas veces, las acciones de abuso sexual pueden pasar desapercibidas y las víctimas ni siquiera saben cuando se enfrentan a este tipo de situaciones.

Generalmente, se le conoce al abuso sexual como el contacto íntimo forzado, lo que quiere decir que una de las dos personas no lo ha consentido ni deseado.

No sólo incluye el coito o el toque de los genitales.

La sexóloga Ysabel Velázquez explicó a 2001 que hay formas de abuso sutiles, como el robo de un beso.

De ejemplo se puede tomar la polémica que rodea a Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y Jenni Hermoso, futbolista femenina.

“El abuso sexual implica un abuso de poder, el abusador siempre está en una posición de privilegio frente al abusado, por eso se ve entre jefes y empleados, maestros y alumnos, adultos y niños”, señaló la especialista.

Leyes venezolanas

La abogada Vestalia Tovar señaló a 2001 cómo se diferencia cuando la víctima es una niña, niño o adolescente y cuando se trata de un adulto.

En los casos donde las víctimas son niños o adolescentes, las leyes lo denominan abuso sexual, cuando son personas adultas es “violación sexual”.

La diferencia no va tanto entre géneros, sino en la edad de la víctima y su posición ante la agresión sexual.

Cuando se presenta una situación como que involucra niños, el hecho punible es denunciado por representantes, allegados o testigos de la víctima.

Los denunciantes acuden al Ministerio Público o a los módulos de policías municipales.

Tovar expresó que, en los casos actuales, la mayoría de las denuncias se deben a actos lascivos o abuso sexual sin penetración.

Pruebas de abuso sexual

Como medios probatorios están los testimonios de los abusados, los testigos y el reconocimiento forense, el cual arroja que tipo de abuso hubo.

Con está información, el juez estudia el caso y dicta la sentencia del acusado, siempre y cuando los testimonios y el reconocimiento arrojen lo mismo.

Además, hacen exámenes psicológicos de estrés postraumático, que también funcionan como una prueba para determinar el abuso sexual.

Si todas las pruebas se relacionan así, es evidente que se presenta un caso de violencia sexual.

“Es como una serie de requisitos”, comentó la abogada.

Cuando un niño o adolescente da su testimonio se le llama “escucha de la víctima”, cuando es un adulto se le dice “dicho de la víctima”.

El abogado penal, Luis Izquiel puntualizó que el abuso sexual sin penetración tiene penas de 8 a 12 años de prisión.

La violencia sexual prevé una pena de 12 a 18 años de prisión.

Destacó que el abuso sexual contra niñas o niños, donde se diferencian actos sexuales (de dos a seis años de prisión) y actos sexuales con penetración (de 15 a 20 años de prisión).

Señales de abuso sexual

El abuso sexual incluyes tocamientos, exhibicionismo, violación, chantaje sexual y explotación sexual, entre otros.

La sexóloga Ysabel Velázquez señala que cuando hay diferencia de poder, por ejemplo, un toque inapropiado en el entorno laboral como un roce deliberado, se habla de acoso sexual.

Aquí también se puede presentar los comentarios en la calle o mensajes en redes sociales. Por este delito las penas van de 6 meses a 2 años de prisión.

Pasa a ser abuso o violación cuando hay contacto físico y desde ese momento puede ser denunciado.

Tanto hombres como mujeres pueden denunciar ser víctimas de violencia sexual.

De acuerdo a las leyes, ambos casos se manejan de la misma manera, tomando en cuenta el dónde, cuándo y cómo.

La denuncia de las víctimas debe resaltar las circunstancias en modo lugar y tiempo, para que el proceso de investigación sea claro.

Abogados aseguran que las leyes venezolanas son muy específicas en cuanto a estos delitos y las penas suelen ser graves.

Sin embargo, destacan que como la pena máxima es de 30 años, algunos de los abusadores y violadores continúan con sus delitos después de que su tiempo tras las rejas acabó.

Fuente: 2001