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El drama de la migración: Cementerio sin nombres de quienes no lograron el “sueño americano”

Cada día cientos de migrantes toman la decisión de emprender un riesgoso viaje en búsqueda del conocido ‘sueño americano’, la falta de oportunidades y el deseo de una mejor calidad de vida son algunos de los motivos para iniciar un camino de angustia e incertidumbre para solicitar el asilo político en Estados Unidos.

Con este objetivo los migrantes cruzan países completos, desierto, selva y el temerario Río Bravo, para llegar a territorio norteamericano y enfrentarse a las autoridades fronterizas quienes deciden si son aptos para un proceso de solicitud de asilo o son rechazados y retornados a sus naciones de origen.

Sin embargo, la dura realidad para muchos migrantes es ni siquiera llegar a pisar suelo estadounidense. Cada semana mueren aproximadamente dos migrantes tratando de cruzar el Río Bravo, según las autoridades norteamericanas.

Un Río que le hace honor a su nombre, pues, aunque a simple vista puede verse muy tranquilo, en la profundidad de las aguas su fuerza es mayor de lo que parece y sus potentes corrientes han acabado con ese ‘sueño americano’ de cientos de migrantes.

Noticias RCN hizo presencia en uno de los puntos donde ese sueño para muchos terminó en un cementerio sin nombres ni visitas.

Los migrantes que pierden la batalla ante el Río Bravo

En el cementerio del condado de Maverick, en Texas, se encuentra uno de los puntos más dramáticos de la migración ilegal. Allí fueron enterrados los cuerpos de quienes fallecieron en la frontera y no pudieron ser identificados.

Una cruz blanca es lo único que acompaña estas tumbas, que, a diferencia de los demás sepulcros, no tienen una lápida de identificación, no reciben visitas y seguramente sus familiares no tienen idea que el cuerpo de su ser querido se encuentra allí.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades por identificar los cuerpos, en muchas ocasiones es imposible, pues los migrantes dejan todas sus pertenencias del otro lado del río, incluso hasta su ropa, lo que hace muy difícil rastrear su lugar de origen o contactar su familia para la repatriación del cuerpo. Por lo tanto, decidieron destinar una parte del cementerio de la ciudad para enterrar allí los cuerpos, ante la cantidad de casos que se suman cada día.

“Mucha gente que quiere cruzar no sabe que puede haber corrientes, lo que provoca que, desafortunadamente se ahogue la gente”, afirmó el sargento Aron Horta, sheriff de Eaglepass.

Sin embargo, hay una pequeña esperanza en este dramático panorama, Noticias RCN conoció que un grupo de voluntarios de la Universidad Estatal de Texas trabaja para exhumar los cuerpos y poder identificarlos, en su mayoría a latinoamericanos, para que puedan tener una sepultura digna.

Esta es una de las realidades más crudas de la migración ilegal a Estados Unidos, la mayoría de los que cruzan la frontera a salvo afirman que el camino está lleno de muerte y agradecen no ser un número más en ese panteón.

Fuente: RCN Radio