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Creen que está amamantando a un gato, pero cuando ven lo que lleva en brazos descubren algo más extraño (VIDEO)

En las últimas horas se hizo viral en Twitter un video de una mujer supuestamente amamantando a un gato en un avión. Esto suena delirante, sí, pero tranquilos: se pone peor.

La discusión duró entre cinco y diez minutos. Todo comenzó cuando un pasajero llamó a la tripulación porque su compañera de asiento estaba, según él, amamantando a un gato.

En el video se puede ver cómo un comisario de abordo se hace presente y le consulta a la mujer si es cierto lo que el pasajero afirma. Ella no dice que sí ni que no, aunque se refiere constantemente a eso que carga envuelto en una manta como “bebé”.

“¡Está amamantando a un gato! Es repugnante”, exclama el denunciante, a lo que ella responde que aquello que está haciendo “está permitido” en los vuelos.

“Si es un bebé no diría nada. Está totalmente bien, pero es un gato”, le intenta hacer entender el hombre al miembro de la tripulación que, por cierto, no sabe muy bien cómo llevar la situación.

Grito va, grito viene, el comisario de abordo le pide por favor a la mujer que quite la manta de encima del supuesto gato. Ella no quiere.

Harto de la situación, el tripulante le avisa que retirará la manta. La joven responde que,de hacerlo, estaría violando su privacidad.

Aquí se da el primer giro de la trama.

Lo que lleva envuelto la pasajera es algo muy parecido a un gato de verdad.

Al notar los pelos del felino, el pasajero que había denunciado a la mujer exclama triunfante: “¡Es un gato!”. Ella, mientras tanto, sigue sin afirmarlo ni negarlo.

Desbordada, la muchacha se levanta de su butaca y empieza a explicar que en realidad lo que lleva en brazos es un “Emergency Service Emotional Support Animal (Animal de Servicio de Emergencia Animal de Apoyo Emocional).

El segundo giro de la historia -y quizás el más espeluznante- se da cuando el camarógrafo logra capturar el rostro del gato.

Un primer plano del hipotético animal deja ver unos ojos desorbitados y bien abiertos, como de plástico. Esto comprueba que la mujer llevaba consigo un animal de juguete o un gato embalsamado para tranquilizarla durante el vuelo.

Fuente: Clarín