Capturan a mujer que explotaba a menores venezolanas en Cúcuta
Tras dos años de investigación, una comisión de la policía colombiana dedicada a luchar con la explotación sexual en Colombia, logró capturar en la ciudad de Cúcuta, en el departamento Norte de Santander, a una de las más terribles proxenetas del vecino país.
Se trata de La ´Yiya´, cabecilla de una banda dedicada a la explotación sexual de menores de edad. Este jueves 23 de junio, elementos del citado organismo la encontraron en uno de sus negocios, un bar ubicado en el extrarradio de la ciudad.
En una habitación del segundo piso del inmueble, fueron encontradas cinco menores, prácticamente esclavizadas, a quienes drogaban y de esta manera instrumentalizaban, según reseñó Noticias Caracol TV.
«Esta operación permitió, luego de dos años de una investigación juiciosa y detallada, recuperar cinco menores de edad, entre ellas una adolescente de nacionalidad venezolana, que estaban siendo sometidas a una explotación sexual ilegal por parte de una banda que operaba en esta región del país», informó el coronel Jhon Alzate, director de Protección y Servicios Especiales de la Policía.
En el operativo cayó la líder de la banda, una proxeneta identificada como alias ‘Yiya’ y junto a ella dos hombres identificados como alias ‘El Gordo’ y ‘El Gringo’.
Trascendió, según las pesquisas, que les hacían todo tipo de promesas a las menores, como que iban a convertirlas en modelos famosas, y luego las obligaban a tomarse fotos para ofrecerlas a través de un catálogo en redes sociales. Los principales clientes eran turistas de otras regiones y países.
Se asegura, de acuerdo con el reportaje del medio neogranadino, que la mujer hasta vendía la virginidad de las jóvenes.
«Eran organizadas en un catálogo que se difundía a través de diferentes redes sociales a los posibles clientes. ¿Quiénes eran los clientes? De todo tipo: empleados de transporte público, turistas que visitaban algunos municipios e incluso la ciudad de Cúcuta», dijo Alzate.
Alias ‘Yiya’ ya se encuentra tras las rejas y las menores de edad quedaron bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Fuente: La Nación