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Burundanga, modus operandi de la delincuencia que vuelve a encender alarmas

La escopolamina, también conocida como hioscina o burundanga, de acuerdo con la explicación científica es un alcaloide tropánico que se encuentra como metabolito secundario en plantas de varios géneros en la familia de las solanáceas. La sustancia que es producida por este alcaloide es empleada por los delincuentes para, aparentemente, aprovecharse de sus víctimas al lograr su pérdida de voluntad.

Este modus operandi estuvo de moda en Venezuela hace unos años, cuando también se popularizaron los secuestros exprés. Si bien las denuncias disminuyeron, recientemente se han conocido de varios casos en Caracas y Aragua de personas que aseguran que fueron víctimas de dicha sustancia alucinógena.

En cuanto, a quienes aseguran que “la burundanga volvió a Venezuela”, el abogado penalista, criminólogo y profesor de Criminología en la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luis Izquiel, asegura que es un modus operandi que se ha mantenido en el ambiente delictivo nacional.

“La burundanga o la escopolamina, que es el nombre científico, viene siendo utilizada para cometer hechos delictivos desde hace muchos años en Venezuela y en muchos otros países también. Así que lo que ha habido en los últimos tiempos es un repunte de las denuncias, principalmente, concentradas en los alrededores de un centro comercial en la avenida Casanova de Caracas y en el estado Aragua”.

Explicó que podría tratarse de alguna banda que se ha especializado en este tipo de delitos: “En los últimos días se han presentado varias denuncias en estas dos zonas. Creo que no hay una explicación lógica por lo cual este modus operandi haya regresado a Venezuela. Siempre se ha mantenido, siempre ha existido, desde hace mucho tiempo uno escucha denuncias de personas que han sido víctima probablemente de la escopolamina. En esta oportunidad, quizás haya alguna banda o algunos individuos actuando en el centro comercial El Recreo o en sus alrededores y los casos salieron a la luz pública”.

Experiencias del pasado 

Izquiel detalló que los delitos cometidos bajo esta sustancia se popularizaron en el pasado en zonas específicas, como el municipio Chacao. “Recuerdo que hace unos meses también se habían presentado algunas denuncias alrededor de la plaza Altamira, es algo que siempre está en el ambiente delictivo y cada cierto tiempo se vuelve a poner en la palestra por algunos casos que se hacen públicos y, sobre tod,o si el lugar es muy concurrido o algo que conoce mucho la gente”.

En ocasiones se supo que las víctimas que eran afectadas por dicha sustancia eran sometidas para cometer actos sexuales o entregar sus bienes materiales. “Recientemente, vi que en el estado Aragua una doctora había sido presuntamente víctima de la escopolamina y otras personas más, pero la escopolamina tiene muchísimo tiempo siendo utilizada para ejecutar distintos tipos de delitos, entre ellos, delitos sexuales -por eso las mujeres deben estar muy pendientes- y robos a las viviendas que afectan a la víctima en un bar o discoteca. Se los llevan a su casa y le desvalijan la vivienda, eso es un robo”.

Dijo que se trata de una sustancia que podría ser altamente peligrosa, inclusive provocando la muerte de la víctima: “He visto que los efectos de la dosis normal duran entre 3 y 4 horas, es un tiempo largo en el que la persona está afectada por esta sustancia. He visto casos en el que el victimario se pasa de la dosis y la víctima termina muriendo”.

¿Cómo se usa y cómo se reacciona? 

Aunque el criminólogo negó conocer la manera en la que se pueden contrarrestar los efectos de la burundanga. Indicó que de acuerdo con estudios la forma en la que las presuntas víctimas aseguran que han sido afectadas por la escopolamina, no es precisamente la forma como debe ser usada.

«Muchas veces las víctimas señalan que se les acercó un individuo a preguntar una dirección o algo así y les dio un papel o una tarjeta o cargaba un pañuelo en la mano o cualquier objeto que presuntamente estuviera impregnado de escopolamina, pero resulta que cuando uno se pone a leer sobre esta sustancia, ella no actúa de esta manera o por lo menos de manera plena y contundente. Es decir, no pasa por los poros de la piel en una medida que pueda realmente impactar en la víctima”.

En vista de ello, alertó que el peligro puede estar en las bebidas: “La escopolamina sí funciona de manera muy fuerte cuando es ingerida a través de los líquidos. Esas son otras denuncias que se han presentado en el pasado, de personas que han sido afectadas con esta sustancia en discotecas, bares, etc, porque se les introduce en una bebida. Pero esa otra vía que señalan las víctimas a través de la tarjeta o el pañuelo, aparentemente según lo que yo he leído, la escopolamina no funciona por un contacto con la piel simplemente”.

Atención a los detalles 

El criminólogo advirtió que “es probable que las víctimas hayan percibido los efectos de alguna otra sustancia que no es la escopolamina, pero como esta fue la que se hizo más famosa, todo el mundo cree que cuando es afectada la voluntad a través de una sustancia es escopolamina o burundanga, pero seguramente se trata de otra sustancia”.

Explicó que la escopolamina produce “la dilatación de las pupilas, sequedad en la boca y en dosis altas puede producir taquicardia e inclusive la muerte. Si se ingiere una cantidad considerable, puede producir la muerte como ha ocurrido en algunos casos. Aparentemente, las víctimas señalan que pierden la memoria, o sea produce amnesia. Y mientras están bajos los efectos de esta droga y hay una pérdida de la voluntad de la persona también”.

Así que la principal recomendación es a no confiarse. “Para prevenir ser víctimas, como el efecto mayor lo tiene al ser ingerido a través de líquidos, lo recomendable es estar pendientes con las bebidas en los sitios públicos, restaurantes, discotecas, bares, entre otros. Sobre todo las mujeres por los delitos sexuales que se pueden cometer con esta sustancia. Pero los hombres también porque pueden ser víctimas de delitos como secuestros, desvalijamiento de la vivienda. Siempre estar atentos con las bebidas y desconfiar de los extraños en la calle, en los centros comerciales y tratar de no mantener conversaciones o cercanía con gente extraña”.

Asimismo, si la persona identifica algún síntoma, lo mejor es buscar ayuda: “Lo otro es que si se comienzan a sentir los primeros síntomas, como mareos o que pierden la voluntad, tratar de acercarse a los vigilantes del centro comercial o los vendedores de alguna tienda, o tratar de buscar algún funcionario de seguridad o llamar a los familiares o amigos. Señalar qué es lo que está ocurriendo, porque en los últimos casos las víctimas han dicho que los efectos son progresivos. Aparentemente daría tiempo de avisar a familiares o personas cercanas”.

Fuente: Diario Noticias