Brasil amenaza con regular las redes sociales tras el choque con Elon Musk
Pocos vieron venir el choque frontal entre Elon Musk y las máximas autoridades políticas y judiciales de Brasil. El intercambio de amenazas lo inició el sábado el multimillonario de origen sudafricano, que criticó públicamente las medidas tomadas meses atrás por el juez del Tribunal Supremo Federal, Alexandre de Moraes, en el marco de una causa que investiga a las organizaciones que difunden noticias falsas en redes sociales con el objetivo de sembrar dudas sobre el proceso electoral que certificó el regreso de Lula da Silva a la presidencia en 2022. Durante esa instrucción, De Moraes optó por bloquear las cuentas de la red social X, antes Twitter, de los acusados de atentar contra la democracia, en su mayoría seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, el líder ultraderechista investigado por un intento de golpe de Estado.
En un mensaje corporativo publicado el sábado en X, la plataforma informó que había sido forzada a «bloquear» a varias «cuentas populares» en Brasil por decisión judicial, y que ya había notificado a los propietarios de estos perfiles sobre las restricciones pese a no conocer «el motivo de las órdenes emitidas por la Justicia» ni los supuestos crímenes cometidos por sus dueños. Poco después, el dueño de la red social, Elon Musk, escribió en un mensaje en su cuenta personal asegurando que levantaría las restricciones impuestas por la Justicia brasileña pese a las posibles consecuencias legales.
El magnate reveló que el magistrado que emitió la orden había amenazado con imponer multas severas. «Como resultado probablemente perderemos todos los ingresos en Brasil y tendremos que cerrar nuestras oficinas en el país, pero los principios importan más que las ganancias», apuntó Musk, que aprovechó una publicación de Alexandre de Moraes para lanzarle un dardo: «¿Por qué ustedes exigen tanta censura en Brasil?». El multimillonario dejaba caer que quien estaba detrás del bloqueo de esas cuentas era el mismo De Moraes, la cara visible del Tribunal Supremo Federal que lidera la ofensiva judicial contra el bolsonarismo e investiga el asalto a la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia el 8 de enero de 2023.
Musk amenazó con «publicar todo lo exigido por [el magistrado] y cómo esas peticiones violan la ley brasileña». También pidió su dimisión o destitución y le acusó de haber traicionado «descarada y repetidamente» la Constitución y al pueblo brasileño.
El responsable de los asuntos jurídicos del Gobierno, Jorge Messias, salió este domingo en defensa de De Moraes y exigió sacar adelante una «regulación urgente» de las redes sociales. «No podemos convivir en una sociedad en que billonarios con domicilio en el exterior tengan control de las redes y se digan en condiciones de violar el Estado de Derecho y de incumplir órdenes judiciales, y que amenacen a nuestras autoridades», subrayó Messias, cuyo departamento reconoció haberse visto «obligado por decisiones judiciales a bloquear ciertas cuentas populares en Brasil». «Desconocemos las razones por las que se han emitido estas órdenes de bloqueo [y] tenemos prohibido decir qué tribunal o juez emitió la orden, o por qué motivos», explicó.
Musk, autoproclamado paladín de la libertad de expresión, compró X a finales de 2022 para eliminar sus políticas de control de contenidos. Restableció cuentas suspendidas por la propiedad anterior, entre ellas la del expresidente de Estados Unidos Donald Trump. Las medidas, bien recibidas por algunos sectores de la derecha y la extrema derecha, han servido, según los expertos, para propagar el discurso del odio y el contenido extremista.
En esta línea, los últimos comentarios del propio Musk se hacen eco de los argumentos de la extrema derecha brasileña, que lleva tiempo acusando a De Moraes y al Tribunal Supremo Federal de censura y de dirigir una «dictadura judicial». El juez De Moraes, sometido por Bolsonaro a un régimen de vigilancia constante durante las semanas posteriores a los comicios de octubre de 2022, según la Policía Federal, participó de forma activa desde su papel judicial en la defensa de las instituciones democráticas frente a las amenazas del expresidente y sus seguidores.
La diputada Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), la formación liderada por Lula, también publicó un mensaje defendiendo la reglamentación urgente de las redes. «Patético es el menor de los adjetivos para describir la respuesta de Elon Musk al ministro Alexandre de Moraes y que incitó a la extrema derecha a insinuar que hay censura en Brasil, al mismo tiempo que en su red permite discursos de odio y propagación a larga escala de noticias falsas», zanjó.
Fuente: La Razón