Avanti: un mes conectando con los caraqueños
A un mes de la inauguración de la Galería Avanti, la receptividad de los capitalinos es masiva. Largas colas en el Valet Parking atestiguan un fenómeno que va más allá de una “burbuja” como han querido encasillarlo algunos.
Hace unas semanas escuché a Nelson Bocaranda y Mariela Celis comentando en su programa de FM su visita a la tienda, y enfatizaron que eran marcas originales de alta gama accesibles para todo público, hasta se tomaron un café y remarcaron que no era publicidad paga, sino su experiencia de usuario. Al visitarla, una descubre costosas carteras Furla o maquillaje Dior, pero también, por US$ 8 te llevas un set de Lego Art o libros de colección de Taschen por $10 e incluso maquillajes Maybelline por US$11, que en Farmatodo pasan los US$12.50. ¡Ah! Y compré un cable USB-C para mi móvil Samsung por US$13, por el cual me pedían 20$ en City Market.
Desde Miami se levantó una matriz de opinión muy negativa sobre esta iniciativa, ataques de desinformación en Twitter y YouTube que también hemos visto en el pasado reciente contra cadenas de supermercados y hasta contra la gente de Ubii. Sin embargo, para el venezolano común estos nuevos negocios significan empleos directos e indirectos, sin soslayar que diseñadores venezolanos podrán exhibir y vender sus marcas en la tienda, siguiendo los pasos de Clarissa Egaña y del laureado Ángel Sánchez.
Hay un factor que quiero enfatizar: la confianza. Esas marcas tan chic, que sólo se podían ver al salir del país, decidieron darle exclusividad al grupo empresarial que levantó Avanti, eso lo capitaliza directamente Venezuela, eso es elevar la marca país y lograr que otras prestigiosas marcas inviertan, sea directamente o a través de iniciativas como esta.
La crisis venezolana abarca ámbitos diversos, pero con trabajo, inversión y creatividad se crean espacios para poder autorrealizarnos y así forzar a los actores políticos a conectar con la gente y sus necesidades, a promover los cambios que propicien la Venezuela que muchos soñamos.
Fuente: Reportera Dayana Krays
