Actor Jerónimo Gil: «No quiero más armas en mi vida»
Al asegurar que “no quiere más armas en su vida”, el actor Jerónimo Gil habló por primera vez luego de pasar 55 días tras las rejas en la cárcel de El Rodeo».
“Me puse ansioso, destacó el actor en una entrevista con Luis Olavarrieta, dijo: “No quiero más armas en mi vida, y no pienso volver a beber así en mi vida. Mira todo lo que me ha costado, mira todo lo que pasó, mira todo a lo que me expuse, mi familia, mis hijos, mis amigos, mi carrera, todo.
El intérprete tendrá prohibida la salida de la capital del país durante un año tras ser acusado de disparo de armas de fuego en lugares públicos, porte ilegal, tentativa de homicidio y lesiones.
También admitió que tiene problemas de ira y cree que él tiene la culpa de los incidentes violentos a los que se le ha relacionado.
«Seguro que es enfado. No creo que sea alcohol, pero es posible que cuando lo tomo me afecte. Estoy trabajando para cambiar eso y difundir la conciencia. Sin embargo, creo que las drogas no son el problema, es un problema de ira. Participé y aprobé los exámenes orgánicos y psicológicos. Es la ira o la rabia que he estado manteniendo bajo control durante años, dijo.
También mencionó que estaba pasando por el final de una relación en el momento en que ocurrió el incidente, así como una circunstancia desafiante que involucraba a una pareja con la que estaba saliendo en ese momento.
En El Rodeo II se quedó.
El criollo describió su paso por El Rodeo II como una experiencia de enseñanza donde se sintió “asustado y vulnerable” durante la conversación. «.
Luego impartió cursos de actuación y dirección en las instalaciones penitenciarias.
«Asumí mi obligación como hombre que se responsabiliza de sus actos. Estuve 55 días confinado en el Rodeo. II en el rodeo.
Gil aseguró, sin embargo, que hay detalles del hecho que no recuerda, como el motivo por el cual fue sacado de la discoteca ECO en el barrio El Rosal de Caracas. Pero cree que hubo una disputa dentro de las instalaciones, razón por la cual sucedió.
Fuente: El Universal