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A un mes de la explosión en Naricual: campea la inseguridad y el agua huele a gasolina

A un mes de haberse registrado la explosión de una tubería de combustible, cerca de la entrada de Naricual, en la zona rural del municipio Simón Bolívar en Anzoátegui, los habitantes de los alrededores todavía padecen las consecuencias.

Para los habitantes de la vía a Naricual, el pasado 11 de enero no se borrará de sus memorias. “Eran como las seis y media de la tarde. Eso se escuchó feísimo, hubo un temblor, un estruendo, y el cielo prendido en candela”, relata Juan Medina, habitante de la zona.

Así recuerdan la explosión de un poliducto que fue perforado de manera ilegal por contrabandistas de gasolina. El trágico hecho dejó un fallecido.

En su momento, la noticia se hizo viral en redes sociales. Los ojos se centraron por primera vez en mucho tiempo en la vieja carretera, deteriorada por el paso de los años y la falta de mantenimiento.

“Nos ha afectado el ambiente enormemente. Los gases y las cenizas afectan las vías respiratorias de la gente. Por otro lado, nos ha perjudicado económicamente”, dijo Leonardo Fabelo.

Atención al poliducto

La zona aún se encuentra acordonada y el tránsito está restringido. Los trabajos de reparación en la zona de la explosión están por culminar. Aunque no hay versión oficial, se supo que el poliducto que traslada crudo hacia las refinerías se mantiene operativo. Las válvulas de seguridad y el sistema de bombeo fueron asegurados.

El sector donde se realiza el trabajo está resguardado por militares de distintos componentes. “Esperamos que eso no quede solo ahí donde hubo el desastre. Nos prometieron que iban a revisar las tuberías, porque hay fugas en varios lados”, aseguró una vecina de la zona que no quiso identificarse.

Según el secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), José Bodas, todavía se realizan las reparaciones necesarias. “Activaron varias empresas y toda el área está militarizada. No dejan pasar a nadie que no esté identificado. Se está trabajando full”, acotó.

Según Bodas, el incendio se registró justo en la estación de válvulas Naricual I, afectando en primer lugar una tubería de crudo de PetroGuárico, de 16 pulgadas. “El tubo se fue completo y todo el derrame de crudo hizo que las llamas fueran tan grandes”.

De igual manera, señaló que también se vio afectado por la radiación y la exposición al fuego el conducto de 8 pulgadas que va del Criogénico de Jose a la Refinería de Puerto La Cruz. “Por ahí transferíamos gasolina y nafta residual, pero también se bombeaba diésel, si la refinería lo necesitaba”, expresó el dirigente sindical.

Horas de viaje

Los residentes de Naricual y otras comunidades que se encuentran internadas en la zona rural, salen de sus casas por necesidad, pues deben calcular el tiempo de espera de las unidades para movilizarse desde las paradas, ubicadas en la plaza San Felipe de Barcelona, hasta en sus asentamientos.

Para Manuel Muñoz, directivo de la Unión San Felipe, la situación no les permite llevar el sustento a sus hogares como antes. “Si antes comíamos tres veces, ahora apenas comemos dos. Solo pedimos que nos abran la vía normal”, expresó.

Esperan que pronto se pueda transitar libremente por la carretera hacia Naricual, aunque la misma necesita un trabajo de reconstrucción profunda en algunos tramos. Los vehículos de los transportistas se ven muy afectados con tantas irregularidades y huecos en la vía.

En el recorrido realizado por la corresponsalía La Patilla, se observaron algunos trabajos puntuales a la altura de la estación de servicio “Los Machos” hasta el puesto de la policía regional, zona crítica de entrada hacia la Pica del Neverí.

Rutas peligrosas

Para llegar a la Pica del Neverí y zonas cercanas, se transita la misma ruta establecida desde antes de que ocurriera la explosión, pero para ir a Naricual, Aragüita, El Hatico y El Francés –comunidades que están más allá del lugar en donde se registró el accidente–, los conductores, en vez de seguir el trayecto por la zona industrial Los Montones, deben desviarse hacia la autopista José Antonio Anzoátegui para pasar por los sectores de Puente Ayala y Mayorquín I.

“Por allí la inseguridad es total, muy peligroso. Yo trato de salir y regresar temprano. Los transportistas a las 6:00 pm dejan de transitar por la oscuridad y el riesgo, aunque de día también han robado. Los organismos de seguridad deberían implementar puntos de control por esa zona”, advirtió uno de los trabajadores del volante.

Manuel López, conductor residenciado en la comunidad de Aragüita, enfatizó que el valor del pasaje se incrementó por lo largo del trayecto y las condiciones de la vialidad. En su caso, pasó de Bs 2 a Bs 2,50. “La vía está horrible desde la entrada del supermercado Híper Líder. Luego está el tramo de la cárcel y Constantino Maradei”.

Según el fiscal de la línea de Naricual, Eladio Martínez, por todas estas condiciones el pasajero se ve obligado a cancelar Bs 0,50 de incremento sobre el costo fijado. “Estamos trabajando como hasta las 6:00 pm, antes de que oscurezca, porque no hemos visto presencia de patrullas para que colaboren con la seguridad. Hemos hablado con las autoridades y nada”, señaló.

Según el presidente de la Unión San Felipe, Alexis Pérez, se las han tenido que ingeniar para prestar el servicio. “Estamos trabajando por necesidad, porque la vialidad está peor que por Los Machos. Desde que salimos de los bomberos hasta Aragüita está deteriorada vía en 90%, pero igual tenemos que trabajar. Le pido al gobernador Luis José Marcano y a la alcaldesa Sugey Herrera que se aboquen a resolver los problemas, que son bastantes: vialidad, inseguridad y alumbrado”, solicitó.

Agua con gasolina

Auriluz Mariño, habitante de la Pica del Neverí 2, al ser consultada sobre el servicio de agua, respondió: “¿Agua? Ya ni me acuerdo. Nosotros compramos el tambor de agua aquí en dólares”. En la zona tienen casi 20 años sin el servicio, por la ausencia de un transformador para bombear el líquido directamente desde el río.

La líder del consejo comunal, Gregoria Alcalá, aseguró que la denuncia es cierta. “Nosotros el problema que tenemos es que la tubería la tenemos tapada. Entonces le estamos pidiendo la colaboración a PDVSA que nos destapen esa tubería”.

También solicitaron al gobernador Luis Marcano, a Corpoelec o a la alcaldia de Barcelona, la instalación de un transformador que permita el bombeo de agua cruda directamente desde el río Neverí, para “tener agua aunque sea para bañarse, hacer el aseo, las cositas”.

Más abajo hacia Los Machos, un grupo de habitantes aseguró que a ellos si les llega agua. “Si nos llega, pero hay que estar pilas porque a veces huele a gasolina o tiene como aceite. Debe haber una filtración”. Ellos piden revisión de las tuberías que los surten.

Inseguridad

A las 6:00 de la tarde hay una especie de toque de queda en la zona. Los habitantes se resguardan en sus residencias, pues delincuentes en moto atacarían a quienes transitan por la zona. De hecho, algunos pobladores el día de la explosión en Naricual dejaron, al menos, un miembro de la familia en resguardo de las viviendas, pues temían ser víctimas de los antisociales.

En este momento hay resguardo por los trabajos de PDVSA, para reparar el poliducto y las tuberías dañadas, pero el patrullaje policial es inexistente. En el módulo de Polianzoátegui de Los Machos, a veces no tienen ni una moto para salir de la zona.

A lo largo de la carretera a Naricual, en Barcelona, hay una esperanza y es que se reactive la zona y se reparen las vías para hacerse virales, no por un accidente sin precedentes, sino por el desarrollo económico de la zona, que actualmente está sumida entre el miedo y las polvorientas carreteras del olvido.

Fuente: La Patilla