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A la sombra de la reina Isabel: La coronación de Carlos apasiona poco a los británicos

En un mercado londinense está todo preparado para la coronación de Carlos III: Llaveros, cucharas y dedales de costura con la imagen del nuevo rey. Pero faltan los clientes, poco entusiasmados con el evento.

La coronación de Carlos y de su esposa Camila se llevará a cabo el 6 de mayo en la abadía de Westminster. La de su madre, Isabel II, en 1953, había contado con una pomposa ceremonia y un enorme fervor popular.

Sin embargo, poco rastro queda de aquel ímpetu nacional. Un sondeo a mediados de abril mostraba que dos tercios de los británicos no están interesados en el evento.

¿Qué se dijo?

«La gente compra menos que para el jubileo» de los 70 años de reinado de Isabel II, el año pasado, lamentó Kirtesh Patel, que vende baratijas dedicadas al nuevo monarca en el mercado de Walthamstow, en el noreste de Londres.

Las tazas con el retrato de Carlos y la mención «La Coronación de Su Majestad» se venden a 6 libras (7,5 dólares) y los llaveros, a 3.

«La gente está menos interesada por este rey», dijo el comerciante indio, de 44 años.

La soberana fallecida en septiembre, a los 96 años, era extremadamente popular. Pero su heredero es un rey anciano, de 74 años, y su matrimonio con Camila está lejos del glamur que el de Guillermo, su hijo, con Catalina.

El vendedor también evoca la inflación por encima del 10%, que hace sufrir a millones de británicos y modifica su orden prioridades.

«Cuesta demasiado»

Cerca de su tienda, Carole McNeil, una profesora jubilada de 82 años, aclara de entrada que ella no es «antimonarquía» y que seguirá la coronación.

Pero está «contrariada» porque la ceremonia «cuesta demasiado» al país, incluso siendo mucho más modesta que la 1953.

Para Carole McNeil, la familia real debería hacer más. «Cuando escuchas todo el dinero que tienen, deberían pagarla ellos mismos», protestó.

Rose Vetich se declara «republicana», con lo que excluye seguir la coronación. «Si hace buen tiempo, iré a pasearme al campo para intentar no pensar en la monarquía», dijo esta profesora e investigadora de 49 años.

Su opinión es minoritaria. Un 58% de los británicos mantienen su respaldo a la monarquía y solo un 26% querría un jefe de Estado electo, según un sondeo reciente.

Por ello, también hay quienes, como Peter Haseldine, esperan las celebraciones del fin de semana con impaciencia.

Este contable jubilado acudió en 1953, con apenas cinco años, al Mall, la avenida que parte del palacio de Buckingham, para celebrar la llegada al trono de Isabel II.

«¡Viva el rey!», proclamó su esposa Lynn Jones, una funcionaria jubilada, orgullosa de presentarse como una «gran partidaria de la monarquía».

Su casa está decorada con pancartas con la imagen de Carlos III. «La antigua generación es más favorable» a la Corona, admitió.

Fuente: Mega Noticias