Mata a su novia y finge que se quitó la vida
Un hombre de Fergus Falls, en Minnesota, recibió una sentencia de 30 años de prisión tras ser acusado de haber asesinado a su novia.
Matthew Phillip Ecker, de 45 años, fue declarado culpable de asesinato en segundo grado por la muerte de Alexandra Pennig, de 32 años, de St. Paul, con quien tenía una relación abierta.
Ecker estaba casado en ese momento y tenía cuatro hijos con su esposa. Afirmó que Pennig conocía a su familia y no le importaba, pero su esposa no estaba al tanto de la relación y desde entonces se divorció de él.
Penning fue encontrada sin vida en el baño de un apartamento cerca de la intersección de las calles Fifth y Wall el 16 de diciembre de 2022. De acuerdo con KSTP, una filial de ABC, los oficiales hallaron una pistola en el pecho de la víctima, y su mano izquierda estaba encima del arma.
Luego, los investigadores notaron que la sangre en el baño ya estaba seca y que la puerta del baño se había partido cerca de la cerradura, según la denuncia penal.
Ecker, un exenfermero practicante de urgencias, afirmó que llamó al 911 cuatro minutos después de que Penning se disparara. Durante una entrevista, dijo que ella lo llamó porque su otro novio abusaba de ella y tenía miedo.
Luego, dijo que fueron a algunos bares esa misma noche antes de regresar a su departamento. Añadió que ella tomó un arma de su mochila, corrió al baño y se pegó un tiro.
Los documentos judiciales muestran que Ecker comenzó a cambiar su historia sobre lo que hizo Pennig cuando agarró el arma. En su declaración dijo que la mujer sostenía el arma con la mano izquierda a pesar de que era diestra, lo que luego fue confirmado por su familia.
Ecker finalmente admitió que primero guardó el arma porque estaba asustado debido a que era suya, pero después la volvió a poner en el pecho de Pennig.
Trató de reanimarla pero no tenía sangre en sus manos
Los detectives observaron imágenes de vigilancia que mostraban a Ecker y Pennig llegando al apartamento poco después de las 2 a. m., unos minutos después volvieron a salir y más tarde regresaron. La denuncia afirma que los agentes vieron que ambos parecían frustrados.
Sobre esto, el sospechoso dijo que tanto él como Pennig vieron al otro novio de la mujer en uno de los bares y que se pelearon después de regresar al apartamento, por lo que salieron a caminar para calmarse. Según la denuncia, Ecker luego le dijo a la policía que estaban felices cuando regresaron al apartamento y que nunca discutieron.
En su testimonio detalló que la mujer todavía respiraba cuando abrió la puerta y trató de ayudarla usando sus habilidades médicas: le presionó la cabeza y le realizó RCP. Aseguró que no tenía sangre en sus manos porque las lavó en el baño antes de llamar al 911, pero los oficiales tampoco notaron sangre en la ropa de Ecker.
Cuando los investigadores miraron el teléfono de Ecker, descubrieron que le había estado recetando medicamentos a Pennig, incluidos Adderall y Diazepam. Los documentos judiciales dicen que Ecker también estaba ayudando a pagar el alquiler de Pennig, a pesar de que estaba casado.
Fuente: La Opinión