Detienen a implicado en la muerte de un sacerdote español encontrado desnudo y asfixiado en su casa
Autoridades de la ciudad española de Valencia detuvieron este miércoles al presunto responsable del homicidio del sacerdote Alfonso López Benito, canónigo emérito de la catedral de Valencia, encontrado muerto en la mañana del martes en su domicilio, situado en el casco antiguo de la ciudad, junto al Arzobispado.
Según informó el diario Levante-EMV, el implicado, de 40 años y nacionalidad peruana, al parecer habría mantenido relaciones sexuales con López Benito, de 80 años, cuyo cadáver fue hallado sobre la cama desnudo. Aunque no presentaba heridas u otras señales de violencia, se sospecha que pudo ser asfixiado.
El hombre, localizado tras seguir el rastro de una tarjeta de crédito que robó a la víctima, debía prestar declaración este sábado, pero se negó a ofrecer su versión de los hechos y no compareció en el juzgado por consejo de su abogado. Se prevé que sea trasladado en esta jornada a un centro penitenciario. Entretanto, la Policía espera el informe final de la autopsia para determinar si el sacerdote murió por asfixia mecánica y fue estrangulado con un pañuelo encontrado bajo su cuello.
«Jóvenes necesitados»
Testimonios de personas próximas a López Benito que declararon en el caso afirman que el religioso solía reclutar personas de la calle en situación de exclusión social, la mayoría extranjeros. El medio El Periódico señala que se trataba de «jóvenes necesitados» que, de acuerdo con el conserje del edificio donde ocurrió el homicidio, solían visitar con frecuencia al octogenario para que los ayudara.
Las indagaciones apuntan a que López Benito les ofrecía dinero a esos sujetos por ayudarle con distintos arreglos en su hogar. Sin embargo, «en muchas ocasiones las pretensiones del ahora fallecido eran de índole sexual», asevera Levante-EMV.
El cura había tenido varios conflictos en el pasado en el edificio donde habitaba debido a quejas de sus vecinos por escándalos relacionados con las personas que invitaba. Esas situaciones habían traspasado lo personal y provocado, incluso, la intervención de la Policía en varias ocasiones. El Arzobispado había llamado la atención de López Benito repetidas veces recomendándole dejar de llevar a jóvenes a su casa, pero él hizo oídos sordos a la sugerencia de sus superiores.
El sospechoso
El acusado del crimen, identificado como Miguel V. N., llegó a Valencia en 2022, donde inicialmente se instaló en la casa de unos parientes, pero decidió independizarse en julio pasado. No obstante, su precaria situación económica lo habría obligado a vivir en las calles al menos en el último mes. Trabajando como aparcacoches y durmiendo en parques y portales fue como conoció a López Benito.
Comenzó a frecuentar la residencia del clérigo y, aparentemente, se convirtió en una de sus parejas sexuales. Se presume que el pasado lunes Miguel asfixió al cura y huyó con su móvil y su tarjeta bancaria. La ausencia del canónigo a una procesión religiosa a la que no solía faltar despertó sospechas y al día siguiente López Benito fue encontrado muerto por el portero de su edificio. El portero recibió un mensaje desde el teléfono del sacerdote poco después del hallazgo, por lo que supuso que ese estaba siendo suplantado y avisó a la Policía, recoge el periódico Las Provincias. En la escena no se hallaron señales de robo ni nada que hiciera pensar que se trataba de un crimen.
El delincuente había enviado varios mensajes desde ese móvil a familiares y conocidos haciéndose pasar por la víctima para informar que estaría ausente una semana. Esto, aparentemente, con el propósito de retrasar el hallazgo del cuerpo. Finalmente, los agentes lograron detectar y ubicar al sospechoso luego de que realizó un pago con la tarjeta del finado en un bar de la ciudad. Además, había retirado dinero de esa misma cuenta en varios cajeros automáticos. En este contexto, se deduce que el móvil de sus acciones fue económico y, además de cargos por homicidio, al implicado se le acusa de robo.
Fuente: RT