Daniel Noboa anuncia la construcción de dos cárceles «modelo Bukele» en Ecuador
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció este viernes la construcción de dos cárceles de máxima seguridad «modelo Bukele», para combatir el crimen.
Noboa le declaró la guerra a las bandas del crimen organizado y está decidido a construir dos cárceles ‘modelo Bukele‘ para los líderes de estas mafias que mantienen desde el martes motines en siete cárceles con 175 funcionarios retenidos adentro.
En las calles aún persiste el temor a nuevos atentados y actos violentos como los ocurridos el martes que incluyeron el secuestro y asesinato de policías, el estallido e incendio de automóviles y el asalto armado a un canal de televisión en la ciudad de Guayaquil.
A través de un comunicado y declaración en vídeo, Noboa presentó unos planos de las dos cárceles que su administración contempla construir a similitud de las que ya están operativas en México o en El Salvador para combatir las pandillas y las mafias del crimen organizado.
Si bien hace unas semanas Noboa indicó que estas cárceles en Ecuador serían diseñadas por la misma empresa que hizo la ‘megacárcel‘ de El Salvador, esto no fue precisado en el anuncio realizado el jueves ni tampoco la fecha prevista de inicio de las obras.
Estas dos nuevas cárceles, que se ubicarán en la provincia amazónica de Pastaza y la costera de Santa Elena, tendrán capacidad para 736 presos, lejos de los 40.000 reos que el Gobierno del presidente Nayib Bukele afirma que puede albergar su prisión.
Ambos recintos contarán con inhibición de señal celular y satelital, sistemas electrónicos con tecnología de punta, control de acceso digital y análogo, triple seguridad perimetral y autogeneración eléctrica, aspectos inéditos en las actuales prisiones ecuatorianas.
En esas dos cárceles Noboa pretende recluir a los líderes de las bandas criminales para así recuperar el control del resto de cárceles, muchas de ellas dominadas internamente por estos grupos delincuenciales, presuntamente detrás de la serie de motines en las cárceles y de violencia en las calles.
Fuente: 2001