Conoce el profundo significado de ver lagartijas en tu casa
La lagartija es un animal muy curioso ¿no lo crees? Por si no lo recordabas, a este animalito en algún momento de nuestra vida le copiamos ese movimiento tan peculiar a la hora de ejercitarnos, y si te gusta ejercitarte en la actualidad seguramente lo haces.
No dudes que son animales asombrosos, se estima que hay más de 4.000 especies diminutas que se extienden por casi todo el mundo, a excepción de la Antártida, y a no ser que tengas casa ahí, seguramente se han colado en tu casa o habitación, y aquí te explicamos por qué lo hacen.
La lagartija se trata de una especie pequeña de lagartos que podemos encontrar en muchas partes, al ser muy silenciosas y vivaces, también para muchos podrán ser simpáticas, pero para otros, causa temor, sin embargo, son absolutamente inofensivas, tanto, que algunos hasta las adoptan como mascota.
Las lagartijas suelen medir hasta 10 centímetros, sin incluir su cola, y pueden vivir hasta 10 años. Se tiene entendido que su carácter es huidizo, les gusta esconderse entre las grietas, matorrales o piedras, y evitan tener contacto directo con los humanos. Este reptil tiene la capacidad de estabilizar ecosistemas, al integrar un eslabón clave de la cadena alimenticia, ya que se encarga de las plagas que acechan las cosechas del mundo: caracoles, langostas, y todo tipo de insectos presente en los cultivos.
Este reptil de diminuto tamaño también posee un lenguaje propio, se comunica con otro miembro de su especie con una serie de movimientos y posturas específicas, seguramente, te podrás dar una idea de cuál es este movimiento: es el que llamamos a la hora del ejercicio como “lagartijas”.
A pesar de todo esto, puede ser que tu casa o habitación sea fría o calurosa y aún así, las encuentres dentro de tu lugar de estar. Pero no te preocupes, ya que, según especialistas en este tema, dicen que el que las lagartijas entren en nuestro hogar significa, entre otras cosas, tranquilidad del mismo. De igual modo, son un símbolo de fertilidad.
Fuente: Ensedeciencia
