Dio a luz en el baño de su casa y ahogó a la bebé para evitar que descubrieran su vicio
Una mujer en Iowa se expone a una sentencia de hasta 50 años de prisión tras declararse culpable de ahogar a su hija recién nacida en una bañera luego de dar a luz para intentar evitar que la Policía descubriera que consumía metanfetamina.
El juez de distrito Christopher C. Polking ordenó el viernes pasado que Taylor K. Blaha, de 24 años, cumpla una pena de entre 35 a 50 años por el asesinato de Kayleen en el 2022, revelan documentos judiciales reseñados en el programa Law&Crime.
Blaha, que inicialmente fue acusada de asesinato en primer grado el año pasado, llegó a un acuerdo con fiscales para declararse culpable de un cargo menor de asesinato en segundo grado a cambio de una sentencia más leniente.
El padre de la pequeña, Brandon Thoma, quien también fue acusado en el caso, se declaró culpable el mes pasado de un cargo de poner en riesgo a un menor que resultó en muerte y otro de abuso de un cadáver.
Como parte del acuerdo, a la madre se le requirió presentarse ante la corte y admitir sus acciones bajo grabación.
“El 16 de noviembre de 2022, en el condado Webster, Iowa, yo di a luz en mi apartamento a una niña. Ella nació viva”, indicó la mujer en el tribunal. “Para el tiempo en que ella nació, yo estaba usando metanfetamina. Brandon Thoma me convenció que si el DHS (Departamento de Servicios Humanos) descubría mi uso de metanfetamina, me quitarían a mi hijo y nunca lo volvería a ver. El me convenció que la única manera para salir de esto era ahogando a mi bebé en la bañera. El me dijo qué hacer y cómo hacerlo. Cuando intente quitarle mis manos de encima, él ponía mis manos de vuelta sobre ella y me incitaba a continuar. Como resutlado, ella murió”, confesó la madre.
La denuncia criminal de causa probable indica que, en la referida fecha, Blaha acudió a Unity Point Trinity Regional Medical Center donde conversó con un empleado del Departamento. La mujer alegó que dio a luz a la bebé en su residencia y que la enterraron en un lugar no especificado.
El empleado gubernamental contactó al Centro de Cumplimiento de la Ley en el condado Webster, y un detective de la oficina del alguacil llegó a la escena.
En una entrevista con el oficial, la madre declaró que, en medio del alumbramiento, el 16 de noviembre, en el baño del apartamento en Fort Dodge que compartía con Thoma, le pidió metanfetamina a este para no sentir tanto dolor.
En medio del proceso, supuestamente se pusieron nerviosos porque temían que vecinos escucharan el llanto de la recién nacida. Según relató, tenían miedo que, si oficiales llegaban a la vivienda y detectaban metanfetamina en el cuerpo de la bebé, perdieran la custodia del otro hijo de ambos de 2 años.
La mujer le dijo al detective que no tenían intenciones de quedarse con la bebé y que planeaban dársela en adopción a su hermana.
Fuente: Diario NY