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Indignación en Reino Unido: violó a su hija, le hizo un tatuaje enfermizo y la trató como su esposa

Un caso estruendoso resonó en todo Reino Unido con la sentencia de Elliott Appleyard. Este hombre fue acusado de abusar sexualmente de su hija a partir de que cumplió los 13 años. La violó, la marcó con enfermizo tatuaje e incluso la trató como “a su esposa” durante muchos años. El caso se hizo público en el 2019, pero recientemente cobró fuerza tras el libro que la víctima Carol Higgins, sacó, donde detalla cómo es que llevó ante la justicia a su progenitor.

Lo sentenciaron a 20 años en prisión

Carol Higgins sufrió años de maltrato por parte de su propio padre, y es ahora que narra a detalle como fue el juicio en la corte cuando el pedófilo de su padre fue sentenciado a 20 años de prisión. Este sujeto violó a su propia hija cuando solo tenía 13 años, la marcó con un tatuaje de una rosa en su hombro y la trató como si fuera su esposa dándole a usar un anillo de compromiso, explicó la víctima. En la década de 1980, Elliott Appleyard abusó sexualmente de la entonces infante e incluso le prometió que “vivirían felices para siempre”.

La ahora mujer de 54 años también detalló que su progenitor la llevó a un salón de tatuajes para que le pusieran una rosa y “su apodo” en su hombro como “una declaración de amor” que la dejara marcada de por vida. Afortunadamente Elliott Appleyard fue encarcelado en el 2019 y sentenciado a 20 años por sus crímenes, los cuales fueron denunciados por primera vez en 1985 ante la policía local. Lo grabe de esto es que las agresiones hacia la menor de la casa inició cuando la esposa del cabecilla lo abandonó.

Carol Higgins le dijo a la corte en 2019 que su padre “quería tratarme como una esposa” y le dijo que “vivirían juntos felices para siempre”. La mujer —que ahora tiene 54 años— publicó un libro que detalla el juicio, con la esperanza de que su historia pueda ayudar a otras víctimas de abuso y hacerla superar el “trauma emocional” que experimentó durante mucho tiempo.

“Ha sido difícil escribir porque invoca muchas emociones. También ha sido catártico de alguna manera, ya que todos mis sentimientos y frustraciones están saliendo de las lágrimas que he llorado. Todavía estoy en mi viaje de curación, pero me ayudó a superar mi trauma emocional y alentaría a otras personas a hacer lo mismo.”

Fuente: El Heraldo