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Padres del bebé que falleció en el estacionamiento de un motel en Colombia estaban celebrando su reconciliación

El primero de enero, los empleados de un motel en Valledupar quedaron petrificados con una escena que rápidamente fue acordonada por la Policía. En el interior de un vehículo parqueado en el acceso a la habitación número 11 estaba una bebé, ya sin vida, ahogada, al aparecer, con los gases del mismo carro que se convirtió en su sepulcro.

Los padres de la bebé y víctima, fueron identificados como María Camila Mengual Mójica, de 19 años, y Humberto Manuel Olivilla Pineda, de 23 años, estaban celebrando su reconciliación y el año nuevo. Lo hicieron en medio de licor y un impulso inconsciente por terminar en un motel lo que arrancó en un “estanco” o bar al aire libre.

Llegaron al motel pasada la medianoche del 31 de diciembre y los empleados no observaron nada irregular. Se trató de una pareja normal que pidió una habitación e ingresó con su vehículo hasta el parqueadero. Sin demora ingresaron al cuarto y en el carro, al parecer, encendido y con las ventanas cerradas, dejaron a la bebé.

Los gases tóxicos del vehículo, de acuerdo con las versiones, se metieron en la cabina del carro y en la habitación, pues no solo la bebé fue víctima, sus padres terminaron afectados por la inhalación de modo que fue necesario su traslado a un centro asistencial. Los dos contaron con la suerte que no benefició a su bebe.

El ruido del vehículo llamó la atención del personal de seguridad en el motel, que tras acercarse se percataron de la macabra escena, la bebé estaba en el interior. Fue necesario llamar a la Policía para confirmar lo que parecía obvio y trágico, la menor estaba sin vida y sus padres en la habitación, a punto de compartir el mismo desenlace.

De inmediato el motel se convirtió en la escena del crimen y la Fiscalía adelantó los actos urgentes que incluyó recuperar los videos de seguridad, las declaraciones de los empleados y de los policías que llegaron a verificar y confirmar la tragedia. Las evidencias serán analizadas por los investigadores y las conclusiones, redactadas por los fiscales a cargo del proceso.

La Fiscalía avanza en el análisis de datos de cara a una eventual imputación de cargos que, según algunos expertos penalistas, podría ser por el delito de homicidio culposo. Sin embargo, y dado el contexto de la situación, además de los protagonistas, es posible que los fiscales se lancen por una imputación más grave.

“Si las personas estaban bajo el influjo de alguna sustancia psicoactivas o alcohol, podría tener una pena mayor, que sería de los siete a los 17 años de prisión… No descartaría un homicidio doloso por dolo eventual, que ocurre cuando una persona prevé el resultado, pero lo deja librado al azar”, explicó Camilo Burbano, abogado penalista y exdirector del sistema penal acusatorio en la Fiscalía.

Para los testigos, la realidad de esta trágica historia está cargada de un profundo desinterés por la vida de la menor, al punto de que, al parecer, los padres se embriagaron con su bebé en los brazos y la sentenciaron a morir en el interior del carro. Todo, conociendo el riesgo que estaban corriendo, pero que ignoraron.

Fuente: Semana