Bebé se tragó una pila y le causó quemaduras en su interior
Un bebé de dos años se encuentra luchando por su vida en el estado de Sonora luego que se comió una pila cilíndrica.
Y es que desde hace 13 días el pequeño Dylan Alejandro se encuentra en terapia intensiva en el Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES) con diagnóstico de quemadura en el esófago e infección en pulmón.
De acuerdo con su madre, Nayeli Guadalupe Coronado, el pasado 23 de octubre su hijo presentó dificultades para respirar por lo que lo llevaron de emergencia al Hospital de Cananea y fue ahí que le notificaron que había ingerido una pila en un descuido.
Por ello, fue canalizado al centro de salud ubicado en la capital Hermosillo, donde le instalaron diferentes aparatos que oxigenan su sangre para poder operarlo. Sin embargo, todo empeoró debido a que la pila reventó en el interior de su organismo provocando quemaduras en su estómago e infección en un pulmón.
Cabe mencionar que la familia del pequeño, residente de la colonia Mesa Sur de Cananea, es de escasos recursos y no cuentan con seguro médico, por lo que la señora Guadalupe Coronado ha utilizado las redes sociales para solicitar ayuda a la comunidad sonorense.
En este sentido, puso a disposición su número telefónico 645 105 7293 para quien decida apoyarlos.
Según el portal SERNAC (Servicio Nacional al Consumidor), el material que constituye las pilas de cilíndricas y de botón (mercurio, oxido de plata, litio) es tóxico o muy corrosivo, ya que al ingerirlas la saliva del niño activa una corriente eléctrica que puede quemar la garganta y esófago del niño en tan solo dos horas (las lesiones pueden ser desde erosiones hasta necrosis del tejido).
Uno de los organismos oficiales especializados en salud infantil y lesiones que debemos tener pediatras y padres siempre en cuenta es el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría.
Dicho organismo advierte también del peligro real para la salud de los más pequeños que suponen las pilas en caso de tenerlas a su alcance, de ahí que insista en las siguientes recomendaciones para evitar a toda costa que se produzca un accidente con ellas:
– Mantener fuera del alcance de los niños las pilas de botón y los objetos que las contienen, como por ejemplo los mandos a distancia o algunos juguetes.
– Vigilar que la tapa de las baterías esté debidamente cerrada y, en caso de que esté estropeada o rota, asegurarse de que quede correctamente cerrada (por ejemplo, con una cinta adhesiva resistente). Los doctores Blanco y Oñoro recomiendan en el caso concreto de los juguetes con pilas asegurarse de que los tornillos que sujetan la tapa que protege las pilas no se pierdan y estén siempre bien apretados. “Revisad los juguetes electrónicos que tenéis en casa antes de que suceda un disgusto”, aconsejan.
– No dejar ninguna pila de botón, incluyendo las usadas y reciclables, sueltas en cualquier superficie. Esto es demasiado habitual cuando en casa las tenemos que cambiar y al hacerlo las dejamos en una estantería o mueble para tirarlas después y nos olvidamos de ellas ahí, a la altura de cualquiera. Cuidado con esto.
– No dejar que los niños jueguen con las pilas de botón. Es una perogrullada pero conviene dejarles muy claro desde muy pequeños que las pilas son muy peligrosas y que por eso no deben jugar con ellas.
Fuente: Infobae