INTERNACIONALES

Migrantes venezolanos en México no quieren ser repatriados y buscan llegar a EE. UU.

Mientras los Gobiernos de México y Sonora, en norte del país, buscan repatriar a inmigrantes desde la frontera hacia Venezuela, los indocumentados afirman que regresar a casa no es opción porque serán tratados como traidores a la patria y advierten que prefieren morir buscando el sueño americano que de hambre.

“Yo no me quiero regresar porque nosotros no sabemos qué nos espera en nuestro país porque salimos así y ellos (autoridades) lo van a tomar como una traición al país”, dijo a EFE Yaneth, una migrante venezolana.

Los grupos de migrantes venezolanos están formados principalmente por familias que han viajado más de 6.000 kilómetros a través de seis países, que cruzaron la línea Internacional por Ciudad Juárez, Chihuahua, pero fueron deportados a México por Nogales.

En Hermosillo, capital del norteño estado de Sonora, hay decenas de familias refugiadas en el albergue “Vida Plena, Corazón Contento”, donde están recibiendo una atención digna y humanitaria, aunque hay quienes retomaron el viaje hacia la línea Internacional para volver a intentar cruzar hacia los Estados Unidos.

Irma Hilda Cambustón Espinoza, directora de “Vida Plena, Corazón Contento”, señaló que ha observado que los migrantes están desorientados pues algunos perdieron sus documentos, no tienen dinero para regresar a sus países o quieren continuar hacia Estados Unidos.

“No saben qué hacer, no tienen dinero, necesitan trabajar, traen a sus familias y niños, unos están diciendo que se quedan, otros que se van, otros que están esperando que las cosas cambien, siento que hay un poco de incertidumbre”, expresó.

Las familias venezolanas están esperando que las autoridades en Estados Unidos reconsideren su situación y les concedan el asilo humanitario, y han asegurado que prefieren morir en el intento de alcanzar el sueño americano que regresar a Venezuela a morir de hambre. “Mi familia no tiene 1.500 dólares para devolverme en un vuelo humanitario y llegar allá con las manos vacías”, dijo la venezolana Argeli Polentino.

Algunas familias confiesan que están esperando recuperar la salud y retomar energías para regresar a Ciudad Juárez, Chihuahua para volver a intentar el cruce hacia los Estados Unidos.

En el albergue “Vida Plena, Corazón Contento”, los venezolanos tienen un techo y tres alimentos al día, no obstante, el mal tiempo, la desnutrición por el largo viaje, las condiciones de hacinamiento y la incertidumbre sobre su futuro han cobrado factura sobre la salud especialmente de los menores.

Fuente: El Pitazo