Lluvias en Lara: “Los niños lloraban pensando que se iban a ahogar”
“Daba dolor ver a los niños llorando, porque pensaban que se iban a ahogar”. Así describió Antonia Mendoza, vecina del sector Santo Domingo, en Barquisimeto, la noche del jueves 29 de septiembre, cuando se registraron lluvias, con tormentas eléctricas y fuertes vientos, en el estado Lara.
Fue la segunda noche de intensos aguaceros. La primera fue el martes 27 de septiembre, día que murieron dos personas: Joan Chirinos Gómez, quien recibió un impacto de un rayo en un poblado rural del municipio Andrés Eloy Blanco; y Eiberth Fernández, quien fue arrastrado por la crecida de la quebrada La Ruezga, en el municipio Iribarren. Con él estaba Melvin Cabrera, de 16 años, quien sigue desaparecido.
Adolfo Pereira, gobernador de la entidad, afirmó que en dos horas de lluvia, el martes 27, cayó el agua que se registra durante cuatro días con lluvias promedios. Dijo que ese día hubo más de 50 milímetros de agua por hora (mm/h), según las mediciones de Inameh, cuando la media está alrededor de 35 mm/h. El 29 de septiembre, cuando las calles y avenidas principales de Palavecino se inundaron, el promedio fue de 92 mm/h, según la cuenta twitter Clima-Lara (@MeteoLara).
En el barrio Santo Domingo, donde la misma Antonia Mendoza grabó un vídeo la noche del jueves 29, cuando sacaban agua del comedor del sector, el agua bajaba con fuerza, como si fuese una cascada, por las calles donde están las tres torrenteras que no han tenido mantenimiento, según la misma vecina.
“La escuela se inundó, el ambulatorio de Barrio Adentro. Hacemos un llamado a la alcaldía de Iribarren y a la gobernación para que solucionen el problema desde la raíz: hacer el mantenimiento desde los boquetes de las tres torrenteras para que esto no vuelva a ocurrir, no solo venir a limpiar los escombros al día siguiente de las lluvias ¿O acaso esperan que pase una desgracia, que se ahogue una familia entera?”, preguntó Mendoza.
Dijo que los integrantes de los dos consejos comunales de la zona, así como los de las Ubch (Unidades de Batalla Hugo Chávez) están al tanto de esta situación.
“Si no hubiese salido, estaría muerta”
Olinda Martínez, de 66 años, tiene 42 años viviendo en la comunidad de San Vicente, en el sector La Escalera, de Barquisimeto. Jamás le había ocurrido nada a su casa a consecuencia de las lluvias, pero esta vez, una pared completa cedió, el cerro se le vino encima.
“El martes 27, cuando llovió, no pasó nada. Yo salí el miércoles a hacer unas diligencias y mis vecinos me dijeron que escucharon un sonido muy fuerte. Era la pared de mi casa que se había caído. Si yo no hubiese salido, estaría ahí debajo de los escombros, muerta, porque en ese lugar me la paso cosiendo”, relató la señora Olinda.
Ahora tiene temor cada vez que vuelve a llover y quisiera ser reubicada en una zona más segura. Perdió su nevera, aparte de toda la pared de la parte de atrás de su hogar.
“Vivo con mi hijo que tiene una discapacidad y sale a vender todos los días forros de celulares. Vivimos día a día, porque mi pensión no alcanza. Antes lavaba y planchaba ajeno, pero ahorita como no hay agua, no se puede”, lamentó la señora Martínez.
Génesis Oropeza, también vecina de La Escalera, mostró cómo quedó la casa de sus padres, donde también una pared cedió y cayó encima del baño.
“Primera vez que sucede esto, en cuarenta años que ellos tienen viviendo aquí. Ahora se fueron a casa de mi tío hasta que pasen las lluvias, para poder sacar esa tierra y ver qué podemos reparar”, contó Oropeza.
“Lo que hicimos fue llorar”
Wilmer León, habitante de Santo Domingo, estaba trabajando cuando comenzó a llover el jueves 29. Llegó alrededor de las 6:40 pm a su hogar, junto a su esposa, Rebeca Moreno, y sus dos hijos pequeños.
“Cuando llegamos, la casa estaba llena de agua. Lo que hicimos fue ponernos a llorar ¿qué más íbamos a hacer? La nevera, un celular, la plancha, unas cámaras digitales, las canaimitas de nuestros hijos, sus libros, toda la ropa y una colchoneta se mojaron. No hemos prendido nada aún, con la esperanza de que no se hayan dañado”, contó León, mientras mostraba cómo había quedado su hogar.
Dijo que los cuadernos nuevos, que usarán los niños en este nuevo año escolar, se salvaron de mojarse, porque estaban en un lugar alto del clóset. Agradeció a los vecinos que los ayudaron a sacar el agua esa noche.
“Era demasiada agua, nunca había ocurrido algo así en nuestra casa”, lamentó León.
“Perdí toda la comida”
María Orellana se lleva sus manos a la cabeza cuando rememora lo que vivió la noche del jueves 29 de septiembre.
“Yo pensé que me iba a dar una crisis cuando llegué, todos los corotos nadando ¡Dios mío! ¿qué es esto?”, narró. Su hermana, Carmen mostró cómo habían quedado sus víveres: “perdí toda la comida: el arroz, el azúcar, la sal, horrible”.
Las hermanas Carmen y María Colmenarez también sufrieron pérdidas de enseres y de las neveras, porque el agua subió al menos 30 centímetros en sus hogares, ubicados en el sector Santo Domingo, de Barquisimeto.
El gobernador de Lara, dijo el viernes 30 de septiembre, que desde la vicepresidencia de la República les habían enviado ayudas para las personas que sufrieron daños en sus viviendas.
“Enviaron comida, colchones”, detalló Adolfo Pereira.
Según los reportes del gobierno regional, han sido más de 100 viviendas afectadas por las lluvias del 27 y 29 de septiembre en Barquisimeto. Solo en la parroquia Unión del municipio Iribarren, 90 casas se anegaron, de las cuales, en 22 hubo pérdida de enseres. Los municipios Palavecino, Torres, Morán y Urdaneta también registraron daños a consecuencia de las lluvias.
Fuente: El Pitazo