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Sicario venezolano salió a cumplir un sangriento encargo y acabó asesinado en Perú

Tenía una misión y por intentar cumplirla, terminó asesinado a balazos. Durante un enfrentamiento a balazos entre miembros de bandas de presuntos proxenetas, el venezolano Johan José Crespo Romero, de 28 años, fue asesinado de siete disparos en una calle de urbanización Balconcillo, en La Victoria, Perú.

A las 10:06 de la noche, esperaba el momento oportuno para atacar. Vio que un grupo de mujeres salían de cenar con varios niños de un chifa y cruzaron con paciencia la pista. En ese momento, el pistolero, se paró de la vereda de enfrente y se acercó sigilosamente a un auto estacionado, con varios ocupantes, y descerrajó tres disparos mientras caminaba desde el lado del copiloto al piloto del auto Mazda azul metálico de placa AXP-378, que estaba estacionado frente a una casa en la cuadra 2 de la calle Los Diamantes, en urbanización Balconcillo, a una cuadra de la avenida Canadá.

Jamás pensó que este ataque sería respondido por uno de los ocupantes del auto. El sujeto sentado como copiloto abrió la puerta rápidamente y salió corriendo mientras realizaba disparos para atacar al sicario. Lo correteó por una cuadra, logró herirlo hasta que lo alcanzó entre la calle Los Diamantes (cuadra 2) y la calle Casimiro Negrón de la Fuente (cuadra 2), y le descerrajó otros tres tiros a pesar que había caído a la acera.

Extranjero fue a cometer un asesinato y terminó asesinado a balazos. (fotos: Mónica Rochabrum/trome)

El muchacho, que vestía una casaca con capucha, jeans celeste, zapatillas blandas y una gorra blanca, permaneció varios minutos agonizando en el lugar. Su atacante y todos los otros ocupantes del auto azul metálico, escaparon en varias direcciones.

Los vecinos, alarmados por los disparos, llamaron a los policías y ellos trasladaron al joven gravemente herido al hospital Dos de Mayo. Una hora después, falleció de un paro cardíaco. Tenía siete heridas de bala en el abdomen y tórax.

La víctima fue identificado gracias a que portaba su cédula de identidad. Además algunos parientes y amigos llegaron al hospital y certificaron su identidad.

Fuente: Trome