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“Cada día se nos cierran más puertas”: Venezolano cuenta cómo México le negó la entrada

Jorge Luis (*), enfermero con años de experiencia en hospitales de Maracaibo, Venezuela, recibió emocionado su carta de invitación a un curso de capacitación en Guadalajara, México. Vio en ella una moneda de dos caras: por un lado, se especializaría en su oficio; y, además, tendría una puerta abierta para emigrar.

“¡Nos ganamos la postulación!”, dijo los primeros días de enero a su hermano, con quien comparte profesión. Compraron pasajes con conexión al estado de Jalisco por Panamá, cargaron sus maletas, buscaron divisas en efectivo, hicieron reservas de hotel y mantenían a mano, cual tesoro, la carta aval de su taller.

Poco sabía cuando viajó, el viernes 14 de enero, que aquel proyecto le llevaría a vivir días de agobio y frustración, dejándole prácticamente en la quiebra.

Eran las 2:30 de la tarde, hora local, cuando un empleado de la aerolínea les avisó, ya en Panamá, que no podían abordar el vuelo hacia México por no tener entre sus documentos la copia impresa de su reserva del hotel en Guadalajara.

Jorge Luis corrió con su hermano por la terminal hasta hallar dónde imprimirla. Al llegar a la puerta del avión del vuelo 721, supieron que su esfuerzo había sido en vano. “México nos acaba de dar una directriz: venezolanos con pasaportes nuevos serán inadmitidos”, les dijo un supervisor, mientras cerraba el vuelo.

Sus pasaportes, ciertamente, no tenían sello alguno de ingresos a otros países. Los enfermeros reclamaron que aquello era “inaudito”. Un empleado de su agencia de viajes les dijo desde Maracaibo que esa decisión era “ilegal”. Pero nada sirvió para que Jorge Luis y su hermano pudieran embarcarse al avión.

Cuatro horas de discusión con los empleados de la aerolínea se zanjaron con un acuerdo de permitirles abordar su próximo vuelo a México, al día siguiente. Ambos pasaron 30 horas en aquel aeropuerto como pasajeros de tránsito.

“Fueron horas terribles. Había mucho frío, hambre”, detalla a la Voz de América. Durmieron tumbados sobre su maleta tipo carry-on, en un par sillas.

 

 

Fuente:  VOA