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Pescadores de Amuay subsisten entre buena marea y robos constantes

700 mil bolívares diarios es apenas el promedio del salario de un pescador luego de pasar casi 24 horas en el mar, buscando el sustento diario.

Deimy Díaz, desde los 13 años pesca para ganarse la vida y alimentar a su familia, asegura que la pesca es su único oficio y forma de vivir, asegura que la idea de ir a pasar trabajo en otro país no está contemplada en sus planes.

Para Adrián Díaz y Johendry Sánchez, pescar dos veces al día de 4 pm a 5 am y de 7.00 am a 3.00 de la tarde, resulta su historia cotidiana , pues pescados como Tajalí, curbina, guaranaro son los productos marinos que consumen en casa o comercializan para obtener una ganancia.

Con trueques por comida seca, con divisas o con bolívares en efectivo, los trabajadores del mar se organizan por sí mismos y pagando la mitad de sus ganancias a los propietarios de las lanchas, hacen de la pesca una labor familiar.

Varios de estos jóvenes pescadores denunciaron que de forma insegura deben realizar su faena, pues en muchas oportunidades son víctimas de ladrones que roban las propelas y motores de las embarcaciones sin dejar rastro alguno y así describen el hecho como un «hallazgo oculto» pues «nadie ve nada ni hace nada, aunque hemos realizado las denuncias pertinentes, pero sin dinero no hay justicia».

Estos pescadores de Amuay requieren de equipos y materiales para continuar con su labor ardua, por lo que hicieron un llamado al Gobernador Víctor Clark y demás autoridades gubernamentales, así como a los empresarios a creer en ellos y otorgarles créditos que les permitan invertir en los insumos necesarios para mejorar la pesca e incrementar sus ingresos.

Fuente: NotiFalcón