La paz de la plaza se respira en el corazón de la Zona Libre
Lo que en otros tiempos era el lugar inevitable para el encuentro de los paraguaneros y visitantes que acudían al centro de Punto Fijo para hacer sus compras, hoy luce un aspecto desolado, dejando muy atrás aquellos días de congestión provocados por la intensidad comercial de la Zona Libre peninsular.
Se trata de la Plaza José Leonardo Chirino, la otrora Plaza del Obrero, situada en pleno casco central de la ciudad, en el medio del área formada por la Diócesis de Punto Fijo, la Catedral Nuestra Señora de Coromoto y la antigua sede del extinto Banco de Maracaibo.
Los árboles permanecen inertes en el sitio donde fueron sembrados hace varias décadas atrás, para seguir siendo testigos de primer orden de cuanto compartir anecdótico se sigue dando en estos espacios.
Pero, ya el fin de la plaza no es el mismo, o al menos no cuenta con la misma relevancia, ya que son ahora pocos los que se sientan un rato en sus bancos a disfrutar de la brisa paraguanera mientras se toma impulso para retomar el camino.
Y aún así, aunque el tiempo pase y la cotidianidad del puntofijense se transforme en su natural adaptación a las nuevas exigencias el día a día, la Plaza José Leonardo Chirino seguirá dando cobijo a todo aquel que necesite un merecido descanso o simplemente desee disfrutar del que nunca se pensó se convertiría en un lugar apacible.
Fuente: Eduardo Ruiz/Notifalcón